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Esther Rodríguez, codirectora del yacimiento del Turuñuelo con uno de los objetos encontrados.
El Turuñuelo se expone en Guareña el mes que viene en dos conferencias por parte de los directores de la excavación

El Turuñuelo se expone en Guareña el mes que viene en dos conferencias por parte de los directores de la excavación

Los expertos afirman que es el triple de grande que la de Cancho Roano, ya que cuenta con una extensión aproximada de una hectárea

EFE/PEDRO FERNÁNDEZ

Martes, 22 de noviembre 2016, 18:42

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La excavación arqueológica del Turuñuelo, situada en las proximidades de Guareña (Badajoz), en el valle del Guadiana, permitirá sacar a la luz el mayor yacimiento de la cultura tartésica, la mítica civilización prerromana que ocupó hace 2.500 años el suroeste de la Península Ibérica. Los directores de la excavación, Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, vendrán a Guareña a explicarlo en dos conferencias, la primera será en el IES Eugenio Frutos el jueves 15, y la segunda en la Casa de la Cultura el sábado 17, de diciembre, según confirman el director del centro Mateo Borreguero y el alcalde de Guareña Abel González, respectivamente.

Celestino ha destacado que el estado de conservación del Turuñuelo es magnífico, con paredes encaladas y bien lucidas de hasta dos metros y medio de altura. Dice que es triple de grande que el de Cancho Roano, situado a diez kilómetros de Zalamea de la Serena y hasta ahora considerado como el yacimiento tipo del mundo tartésico en Extremadura. El de Guareña calcula el director de la excavación tiene una hectárea de extensión.

Si en Cancho Roano aparecieron más de 30.000 piezas arqueológicas, la riqueza del nuevo yacimiento de Guareña, que este verano ha vivido su segunda campaña de excavaciones, puede ser incalculable y arrojará mucha luz sobre la enigmática civilización de Tartessos.

Ubicado entre las provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla, el reino de Tartessos, surgido de la unión de fenicios e íberos y con un sabor mediterráneo muy fuerte, sufre una profunda crisis en el siglo VI que le hace emigrar hacia una zona rica y más protegida, como el Valle del Guadiana, donde están localizados unos 12 yacimientos de esta civilización. Según el director del Instituto Arqueológico de Mérida, este pueblo ha dejado sus vestigios más importantes en Extremadura, porque cuando empiezan a ser invadidos por los pueblos del norte, por los celtas, entierran y sellan sus lugares sagrados para que no sean violados, de ahí la magnífica conservación de yacimientos como Cancho Roano y el Turuñuelo.

En éste último, lo excavado hasta ahora, que es muy poquito, ha sacado a la luz un habitáculo de unos 70 metros cuadrados que era el espacio de culto del enclave, con un altar en el centro, bancos corridos y una bañera, considerada como uno de los hallazgos más extraordinarios de la excavación, un elemento hasta ahora desconocido y que se podía dedicar a hacer algún ritual relacionado con el agua. También han aparecido numerosas piezas relacionadas con la comida: un gran caldero, asadores o jarros, todo ello de bronce, lo que llama mucho la atención, porque estamos en la primera edad del hierro y casi todo se hace ya en ese material. Sin embargo, el bronce, según Celestino, sigue siendo un metal que se dedica mucho al culto.

Piezas de cerámica

En el Turuñuelo se han hallado un centenar de piezas de cerámica en buen estado de conservación, lo que permite fijar claramente la fecha exacta de su fabricación, a finales del siglo V, ya que las cerámicas griegas permiten conocer hasta los talleres donde se hacían en Atenas. Sebastián Celestino ha explicado que la cerámica en aquella época venía de Grecia a través de Ampurias y luego se distribuía por toda la Península Ibérica, donde existían centros de distribución como la ciudad ibero romana de Castulo, en Jaén; y probablemente el Turuñuelo, en Guareña, ya que el comercio siempre ha funcionado así. En este sentido, el director de la excavación considera que probablemente el resto de las edificaciones del yacimiento de Guareña tengan un carácter más administrativo o de almacenes.

Las numerosas piezas aparecidas hasta ahora en el Turuñuelo se han trasladado al Instituto de Arqueología de Mérida, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Junta de Extremadura, donde están siendo estudiadas y catalogadas.

Restauración

Los bronces, sin embargo, para conservarlos mejor y que no se oxiden, se han llevado al Laboratorio de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, para su restauración y preparación antes de ser trasladados al Museo Arqueológico de Badajoz.

Mientras tanto, Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, su compañera que también dirige los trabajos de la excavación en el Turuñuelo, buscan financiación para continuar con las labores costosas de excavación, financiadas hasta ahora por la Junta de Extremadura en su primera campaña, con fondos Feder; y por el Ministerio de Economía y Competitividad, en su segunda, con las inversiones para I+D.

De toda esta información y más detallada, incluso, los directores de la excavación del Turuñuelo, Celestino y Rodríguez, ofrecerán en Guareña por medio de dos conferencias. La primera dirigida a estudiantes del IES Eugenio Frutos, el jueves 15 de diciembre, y la segunda dirigida al resto de la población en el Centro Cultural de la localidad, el sábado 17 del mes próximo. Así lo han confirmado el director del Instituto, Mateo Baorreguero, y el alcalde de Guareña, Abel González.

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