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La familia Gallardo-Gutiérrez en la jira del Chaparral.Cedida.
Cuando en Guareña se alquilaban las bicicletas para paseos

Cuando en Guareña se alquilaban las bicicletas para paseos

Se arrendaban por hora, y media hora, para frecuentar los sitios a la vecina localidad de Cristina, por ‘la noria’, el parque San Ginés, y otros alrededores del pueblo

PEDRO FERNÁNDEZ LOZANO

Lunes, 26 de diciembre 2016, 00:34

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Entre los años 50-60 era la costumbre alquilar bicicletas, siempre y cuando se podía. Nos cuentan los mayores del lugar que no todo el mundo podía alquilar una bici, ese era el nombre coloquial de este vehículo de dos ruedas. No hay mucha memoria de cuánto podía valer el alquiler de las bicicletas, pero quienes tienen un mínimo recuerdo de entonces creen que podría costar en torno a una peseta, o algunos reales, dependiendo del tiempo de paseo que uno eligiera y la calidad de la bici.

Recuerdan los mayores que había varios destinos para el alquiler. Cómo en la calle Fuentes estaba el taller de Serafín y muy cerca Juan Mendo, quienes alquilaban muchas bicicletas; también el hijo de Felipe el carretero; en la calle Malfeitos (hoy Juan Durán) vivían dos señoras que se llevaban las bicicletas de paseos y aprovechaban para alquilarlas y ganarse unas perras.

Las marcas habituales de estas bicis de alquiler eran GAC, BH y Orbea. Éstas dos últimas eran las más solicitadas, incluso hasta había rivalidad en quienes las usaban, cómo los de la BH se reían de los de la Orbea, diciendo ¡la orbea, más malas no las vea!; y por el contrario los de la Orbea decían de los de la BH ¡bh, cada kilómetro un bache!" Y así se las gastaban unos y otros por desmerecer el gusto del ajeno.

Se alquilaban por hora y media hora para frecuentar los sitios a la vecina localidad de Cristina, por la noria, parque de San Ginés, y otros alrededores del pueblo. Las bicis de chicas no tenían la barra de arriba que cruzaba desde el sillín al manillar y llevaban una red, además de portabultos en la parte trasera. El objetivo de ser alquiladas era el ocio, el paseo, o la compañía de amistades y sentir el pelo y la tela del vestido agitados por la brisa de la velocidad que cogían las bicis. Pero también hubo accidentes que lamentar cuando se oía ¡¡No!! ¡¡¡Noooo!!! ¡¡¡Así nooo!!! ¡¡¡Frenaaa!!! ¡¡¡Endereza!!!... ¡¡¡Plooofff!!!

Los componentes básicos de estas bicicletas eran las ruedas con sus aletas, manillar y frenos de varillas, sillín, dinamo y faro, timbre, y cartuchera de material con herramientas para en caso de pinchazo (parches, solución, lima y desmontables).

En la imagen la familia Gallardo-Gutiérrez en la jira del Chaparral. Francisco Gallardo acostumbraba en ocasiones alquilar una bicicleta en la tienda de Serafín Mansilla, y después con los años pudo comprarse una en propiedad. La foto de la imagen corresponde cuando ya se compró la bicicleta en propiedad y con su familia pudo disfrutar en una jira en el chaparral junto a su mujer, Francisca Gutiérrez, su hija Maribel, y su hermano Rafael.

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