El puente de 'Molino Cañada' fue frontera libre entre el casco urbano y la almazara de Juan Gómez

Juan fue diputado provincial y a raíz de sus gestiones se pudo construir un puente, al parecer antes de la guerra civil, que salvara las aguas que por crecidas llevaba el arroyo Guareña y dificultaba el acceso a la industria heredada de sus padres Antonio Gómez Masa y Vicenta Cañada Mariño.

Fue un puente hecho con toda regla, de dos ojos, de cabida ancha para carruajes en dos direcciones, pues el trajín que tendría en tiempos de la recolección de aceitunas iba a ser elocuente, llevar las olivas al molino, desandar lo andado, ir a por el aceite que suponía el principal alimento en años difíciles, salida hacia la vecina Cristina, también acceder a la calle El Pilar y al propio casco urbano por esa zona se convertía en frontera libre hacia el destino deseado. Hoy es sólo recuerdo con la avenida de la Constitución.

Sobre el arroyo Guareña se construyeron más puentes, estructuras que se han ido construyendo a lo largo de los tiempos para superar las diferentes barreras naturales con las que se han encontrado los vecinos y poder transportar así sus mercancías, permitir la circulación de las gentes, y trasladar sustancias de un sitio a otro.

Juan Gómez Cañada decide vender parte de la fortuna que hereda de su madre Vicenta Cañada y con ella construir un molino de aceite bajo el nombre de 'Nuestra Señora del Pilar' en honor y homenaje a su única hermana (Pilar Gómez Cañada). Los dos hermanos habían nacido en la calle Los Llanos de Guareña y Juan lamentó mucho la muerte de su hermana a los 15 años por meningitis, según información de María del Rosario Gómez Sánchez-Barriga.

Guerra civil

Juan madura pronto y rápido, pero cuando llega la guerra civil la desgracia se cierne sobre su familia, lo matan a él y a dos de sus hijos (Manolo y Juan) de ocho que tuvo de dos matrimonios (del primero, nacieron Pilar, Manolo, Carmen, Antonia y Juan; y del segundo, Encarnación, Antonio, y Rosario). Tras la muerte de Juan Gómez toma las riendas del molino su mujer, Encarnación Sánchez-Barriga, quien tiene una cultura poco corriente a la época y al momento, de reminiscencias de su padre, según nos cuenta la hija de ésta María del Rosario Gómez Sánchez-Barriga, de 88 años.

También se llegó a conocer el 'molino de doña Encarnación' y por 'molino de Los Aguas', pues una de las hijas (Carmen) se casó con Leandro Aguas, quien le compró el molino a Encarnación, de ahí el nombre también conocido por 'molino de los Aguas'.

Pero todo fue un eje entre puente-molino o entre molino-puente. Muy vistoso, fuerte, operativo y funcional, balcón de fotos, inspiración a la poesía, fosa común de animales el puente de 'Molino Cañada' es ya recuerdo.