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Momento de colocar al Cristo de las Aguas en sus andas ante la expectación de los fieles que abarrotaban Santa María.
Guareña vivió su día grande en honor al Cristo de las Aguas

Guareña vivió su día grande en honor al Cristo de las Aguas

Los guareñenses vistieron sus mejores galas, la iglesia de Santa María acogió a una gran masa de fieles, la coral Bel Canto interpretó el himno al Patrón de Guareña, la agrupación musical de la Unión de Cofradías condujo la procesión con sus mejores ritmos, representantes de cofradías y hermandades, y el sentimiento animador del párroco Eugenio Albalate, lo más destacado de la jornada.

PEDRO FERNÁNDEZ LOZANO

Jueves, 14 de septiembre 2017, 19:44

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Mucha gente se citaba esta mañana a las once en Santa María de Guareña. La gente mayor con sus mejores vestidos y galas, guapas las mozas y elegantes los mozos. Como un reguero de humanos todos se citaban al abrigo del templo de Santa María. Es el día grande de Guareña en honor al Santísimo Cristo de las Aguas.

Todos los representantes de hermandades y cofradías acudían a la solemne misa en honor al Patrón del Pueblo. Un día de altura este del 14 de septiembre, ya cantado por muchos hijos ilustres entre sus letrillas y versos. Santa María acogía a pequeños y grandes. El protagonista de la jornada colocado encima de El Sagrario.

Ofició la misa el párroco Eugenio Albalate Gonzalo, acompañado de los curas Luciano Alberca García,Rubén Darío Oquendo López, y Alfonso Javier Salor Ambrosio. Este año la coral Bel Canto de Guareña ocupaba el espacio del coro parroquial porque había preparado la misa de esta jornada.

Al final de la ceremonia religiosa el cura Eugenio Albalate hizo referencia al nuevo obispo de Plasencia, José Luis Retana Gozalo, quien fue invitado a la celebridad del Patrón de Guareña, pero se encuentra en Roma junto con los obispos de Teruel, Menorca y Soria, en representación de la iglesia de España, para llevar a cabo un curso de formación. Un total de 115 prelados de todo el mundo están participando. Albalate espera que el año que viene el obispo Retana pueda asistir a la celebración del Día de Guareña, así será invitado de nuevo.

El alcalde de Guareña, Abel González Ramiro, junto a los concejales Juan José López Romero, Jesús Guisado Velarde, y Valentín Casco Fernández, ocuparon la primera banca de la iglesia acompañados de un miembro del equipo directivo de la Cofradía de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores, Antonio Nieto.

Santa María no podía tener mejor maestro de ceremonia que Eugenio Albalate. El cura párroco condujo el acto de bajada del Cristo por parte de fuertes y valientes fieles costaleros, situado por encima de El Sagrario hasta llevarlo a las andas. Quizás fuera necesario en este tipo de operaciones que las manos de estos voluntarios estuvieran cubiertas de guantes para el traslado del Cristo, ya lo dijo en su día el restaurador del Cristo, Joaquín Romero. Ya colocada la imagen en su lugar de andas, Albalate de speaker no paraba de animar y transmitir vítores al Cristo de las Aguas, Patrón de Guareña.

La cruz de guía y representantes de hermandades y cofradías fueron saliendo del templo organizándose en procesión, pero con la salida del Cristo por la puerta de Santa María sonaron las cornetas y tronaron los tambores de la agrupación musical de la Unión de Cofradías que acompañaron durante todo el recorrido al Señor de las Aguas.

Recorrido procesional

La gente por los acerados y la comitiva religiosa por el centro recorrieron el itinerario previsto, encabezados por la seguridad de la policía local de Guareña, por Castillejos, La Parada, Túnel, Grande, Don Diego López, plazoleta de San Gregorio, Malfeitos, Nueva, Medellín, Castillejos, y entrada por la puerta principal de Santa María. Durante este recorrido, en la parada obligada frente a la iglesia de San Gregorio, se oyeron comentarios adversos por la carpa instalada enfrente que dificultaba el tránsito fluido de público. La comitiva continuó y la procesión finalizó a las 13.00 horas.

"De tanto remover al Cristo han aparecido nubes", decía un lugareño, pero las nubes no hicieron honor a la letra del himno al Santísimo Cristo de las Aguas: "Agua Señor, agua,/ agua, Señor mío,/ que se van las nubes/ sin haber llovido". Tampoco las nubes hacen caso al deseo de ganaderos y agricultores por la buena falta que hace en los campos y en los pueblos. Guareña descansa de fiestas.

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