

Dos agentes de la policía local del Ayuntamiento de Guareña recibieron el pasado 17 de septiembre, sobre las 17.30 horas, la llamada de un vecino alertando a los agentes de que varios gatos que maullaban dentro de una bolsa en un contenedor de color verde.
Miau, miau, miau… Los agentes semivuelcan el contenedor y extraen una bolsa del contenedor. En el interior de la bolsa había cuatro gatitos recién nacidos que maullaban. Los policías de servicio sacan de la bolsa a los gatitos y los depositan en una caja de cartón a la sombra de un árbol. Observan que uno de ellos está en estado grave, «en malas condiciones de salud, debido a las altas temperaturas», informan a este medio.
En esto se presenta la protectora de animales en la localidad, Soledad Sánchez-Paulette Lozano, quien se hizo cargo de los felinos y los retiró al cuidado en su domicilio. Se trataba de tres machos y una hembra. Los bautizó con nombres de: Chino, Golfi, Piratín, y después Soledad avisó que uno de los cuatro gatos había fallecido, la hembra.
Soledad Sánchez-Paulette manifestó que la acción de los policías locales había sido «muy buena porque otros se hubiesen callado». Señaló que había dado la casualidad que una señora vecina «tiene conciencia, que los gatos son seres vivos los que estaban metidos en una bolsa; y en segundo lugar, dijo, la acción de los policías es una acción muy heroica, muy rápida también, y no han pasado del tema, han ido corriendo cuando se le han avisado«.
Ante este caso, Sánchez-Paulete sostiene que «debe haber más conciencia ciudadana. Se debe llegar a los colegios y tener una charla con los niños para que se adquiera más conciencia, porque los niños actúan según ven en sus casas«.
Asegura que los gatitos los han arrojado al contenedor «porque les estorba» y asevera que las personas que tienen animales «están obligadas a cuidarlos». «Estos animales que han tirado a la basura son camadas no deseadas«, afirma categóricamente. La protectora local recuerda que España es el país de Europa donde existen »más abandono animal, y mucho maltrato animal«.
Soledad informa que al día de hoy hay cinco gatos en el Teatro Victoria Esperanza, y gracias a ellos «hay menos ratas y ratones porque el pelaje de los gatos ahuyenta a los roedores». Pero reitera sobre la buena acción de estos policías locales, primero, de la vecina que alertó de que los gatos estaban maullando en el contenedor de basura, y segundo, de los policías que los pusieron a salvo. Ambas acciones son consideradas por la protectora de ejemplo de solidaridad y conciencia ciudadana extraordinaria por el bien de los animales.
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