

La calle Del Calderero se abrió al público. Quedó inaugurado un nuevo vial en Guareña. Un ciento de personas se dieron cita entre las bocas de las calles Hernán Cortés y Arroyo, mayormente en la primera donde se celebró el acto pasadas las ocho de la tarde.
Estuvieron presentes: el alcalde de la localidad, Abel González, y los concejales de la corporación municipal Marisol Heras, José Luis Álvarez, Marina Agraz, Juan Carlos Fernández, Nazaret Acevedo, Pedro J. Gil, María Luisa Mancha, José Carlos López, Beatriz Cabrera y Ángel Gómez.
Marina Agraz dio la bienvenida a los presentes, abriendo el acto y dando paso a las distintas intervenciones que tuvieron lugar antes de ser inaugurado el nuevo vial con el nombre de calle Del Calderero con dos notas que afearon el acto, el mal olor de los imbornales de la calle Hernán Cortés y la escasa escucha de la megafonía que no llegó a todos los presentes.
Historia
José Luis Álvarez excusó la presencia del cronista oficial de Guareña, Juan Ángel Ruiz, que por convalecencia no pudo asistir, pero el edil de cultura leyó la propuesta del cronista de por qué la denominación de la calle Del Calderero. Refirió Ruiz a la reivindicación hecha por los vecinos de la calle El Pilar que, allá por julio de 1931, se trató en pleno un escrito presentado por José Cortés González, en representación de 85 vecinos de la citada calle, para que se construyera un puente y se adquiriese «una casa que mejorase la accesibilidad con el centro de la localidad». Cuenta el cronista que, en el escrito de José Cortés, éste, hacía referencia al aislamiento que sufrían los vecinos durante gran parte del año, «sobre todo cuando crecían las aguas del arroyo Guareña, que les separaba del resto del pueblo, dificultando tanto la asistencia de los niños a la escuela como el abastecimiento diario de productos básicos para sus casas». Y, al mismo tiempo, proponía Cortés que, junto al futuro puente, se derribara «una casa frente a la calle Del Calderero, y así poner en comunicación la calle El Pilar con el resto del pueblo». Prosigue haciendo historia Juan Ángel Ruiz, que, en aquel pleno se acordó que los concejales Victorino Cruz y José Mateos «estudiasen el asunto y emitieran un informe para la siguiente sesión plenaria, aunque no tenemos constancia de que se volviera a tratar este tema», dice. Dos años más tarde, el alcalde Santos Anselmo Sánchez-Cortés proponía a la corporación municipal «concertar un empréstito de 810.000 pesetas para acometer diversas obras públicas muy necesarias» y, de paso, dar trabajo a cientos de parados que había en la localidad. Precisamente, entre esas obras se encontraba «la expropiación de una casa en la calle Fermín Galán (anteriormente Arroyo) para dar comunicación por medio del puente a la barriada del Pilar».
Juan Ángel, basándose en su investigación histórica tanto documental como cartográfica, hizo su propuesta al equipo de gobierno municipal para que acordara denominar el nuevo vial que comunica las calles Hernán Cortés y Arroyo como calle del Calderero. Y justifica la denominación porque la encuentra en el callejero histórico de la villa de Guareña de 1933, en el que aparece el nombre Del Calderero en lo que hoy es calle Espronceda, que ponía en comunicación las calles Arroyo, Don Diego López y Luis Chamizo. Con la compra del inmueble el ayuntamiento de Guareña adquiere la vivienda en Arroyo, número 56, el 21 de marzo de 2022, con el objetivo de comunicar esta calle con la de Hernán Cortés y así mejorar la accesibilidad de los vecinos de la zona sur al centro de la población desde las calles El Pilar, Avenida de la Constitución y Hernán Cortés, consiguiendo el deseo de aquellos vecinos que comenzaron a reclamar aquellas necesidades de aislamiento y que 92 años después, se ha cumplido.
Este vial toma el nombre en alusión a una familia que llegó a Guareña con el oficio antiguo de fabricar calderos y otras cosas de metal que, seguramente, «existía en las inmediaciones de la zona que nos ocupa», concluyó su escrito Juan Ángel Ruiz leído por el delegado de cultura, José Luis Álvarez.
Dos mujeres protagonizaron el acto, Antonia Mancebo cortó la cinta ayudada de su andador y una tijera, y al otro lado, Manola Blanco de la calle Espronceda, ambas cruzaron las primeras la calle Del Calderero. Estuvieron acompañadas de otras vecinas mayores y fueron las primeras en cruzar los 40 metros de esta nueva calle. El ayuntamiento regaló claveles blancos en un acto emotivo que a todos les resultó agradable y ventajoso, sobre todo a los más alejados del centro del pueblo, y, como diría Mario Benedetti, «el Sur también existe».
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