

El pasado domingo 7 de noviembre, el alcalde de Guareña, Abel González, manifestó en el acto institucional del centenario de El miajón de los castúos (1921-2021), que el Ayuntamiento de Guareña va a solicitar el reconocimiento del vocabulario Castúo en la Asamblea de Extremadura, lo que el auditorio del Centro Cultural aprobó en aplausos.
Estaban presentes la Delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García; la representante de la Junta de Extremadura, Virginia Aizcorbe; el presidente de la FEMPEX, Francisco Buenavista; el vicepresidente primero de la Diputación de Badajoz, Ricardo Cabezas; el representante de la Mesa de la Asamblea de Extremadura, Ángela Camacho; y el expresidente de la Junta y presidente del grupo parlamentario popular, José Antonio Monago; y todos aprobaron la propuesta del alcalde de Guareña.
También presente en el acto, el alcalde de Guadalcanal, Manuel Casaus; las familias de Luis Chamizo (nietos Luis, Victoria, Mariú, María Luisa, Marina, Marisol y Yolanda) y las de Eugenio Frutos (dos hijas, Luisa María y Berta, y el nieto Alberto); los alcaldes de: Don Benito, José Luis Quintana; Cristina, Lucas Sancho; Manchita, Juan Carlos Velarde; Valdetorres, Tomás Álvarez; Medellín, Valentín Pozo; Gargáligas, Andrés Bravo; Vivares, Jairo Pino; y Ruecas, Antonio Aguilera. Los cronistas oficiales de Guareña, Juan Ángel Ruiz; y Valdetorres, Valentín Casco. Miembros de la Comisión organizadora de El miajón; concejales de la corporación municipal de Guareña; Presidentes de colectivos de la localidad, y público en general.
De la propuesta manifiesta del alcalde, matizó este que «cualquier extremeño podrá expresarse en la lengua, al igual que cualquier catalán, vasco, gallego, etc., utiliza su dialecto en su territorio», y añadió que no solamente «vamos a solicitar que se pueda utilizar el vocabulario Castúo de forma hablada, sino también en documentos oficiales».
Además informa que el Pleno de la corporación municipal de Guareña, previamente, «debe aprobar» esta solicitud de reconocimiento del Castúo en el parlamento extremeño.
Señala el regidor que hay personas mayores en nuestra región que utilizan palabras y expresiones Castúas, y nadie de nuestra tierra «debe entender que es un error lingüístico, todo lo contrario, está hablando en nuestro dialecto, el Extremeño».
El hecho de que dentro de las instituciones se pueda utilizar el Castúo (ino/ina, expresiones o palabras como regacho, jacha, jigo, jiguera, palrar…) «es importante porque se está reconociendo una forma de habla propia, autóctona, y que marca el carácter identitario de un pueblo, el extremeño», así explicó el alcalde para HOY Guareña.
Estatuas de Luis Chamizo y Eugenio Frutos
Después del acto institucional de la Casa de la Cultura, la comitiva de personalidades pudo comprobar el ambientazo en la recreación del pueblo en tiempos de El miajón (años 20), a cargo de la Escuela Municipal de Teatro de Guareña, asociaciones y colectivos de Guareña, que supieron teatralizar y ver las calles Cuatro Esquina y Grande, así como la plaza de España, llenas de hombres y mujeres de aquella época con vestidos, trajes de faena, niños con pantalones cortos a la escuela… se pudo ver a las pescaderas, barquilleras, intelectuales, poetisas, segador, pintores, sufragistas españolas manifestándose en la calle pidiendo igualdad de derechos civiles, reposteras, bordadoras, maestras de escuela, zapateros, y un largo etcétera de personajes de los años de El miajón.
Dos representantes de las familias de Chamizo y Frutos, destaparon las esculturas. El nieto y biógrafo de Eugenio Frutos, Alberto Montaner, descubrió la figura de su abuelo; y la nieta de Luis Chamizo, Victoria Díez, descubrió la de su antecesor autor de El miajón de los castúos. Unas esculturas realizadas por Estanislao García Olivares, basadas en un artículo de Eugenio Frutos Cortés cuando éste tenía 15 años y estudiaba cuarto de Bachillerato. Contó Frutos que Chamizo estaba componiendo poemas para El miajón de los castúos, «solía leérmelos al día siguiente de escribirlos, salvo 'La nacencia', cuya escritura presencié«. Sigue relatando Frutos aquel encuentro: »Llegué a su casa, como de costumbre, por la mañana y entré directamente a su despacho, que abría su puerta en primer término a la derecha, en el caño de casa. Estaba escribiendo«.
Y es cuando Luis Chamizo le dice: «Siéntate un momento –me dijo– que estoy con otra poesía para el libro«. Y le fue leyendo a Frutos las estrofas del poema conforme salían de la pluma de Chamizo: »Bruñó los recios nubarrones pardos/ la luz del sol que, s'agachó en un cerro/ y los artos cogollos (después corrigió y anotó: y las artas cogollas) de los árboles/ d'un coló de naranja se tiñeron«. Este pasaje es el que ha querido representar Estanislao en el conjunto escultórico de la calle Grande. Dos personajes, dos hijos predilectos de la villa de Guareña, figuras eternas en bronce para orgullo de un pueblo.
Muchas instantáneas se hicieron las familias Chamizo y Frutos, así como el resto de los ciudadanos. Chamizo, sentado en el banco, y Frutos de pie, conversan, mientras la gente se hace fotos con ellos. Los dos se convierten en reclamo turístico para Guareña.
Por otra parte, la exposición de El miajón de los castúos en la biblioteca pública municipal Eugenio Frutos, continúa recogiendo recuerdos tanto de El miajón como de su autor, Luis Chamizo. Dicha expo muestra las tres primeras ediciones, y ahora se incorporan manuscritos de Chamizo sobre 'Compuerta' y sus gafas personales.
La muestra estará hasta finales de año, dentro de los actos coordinados y organizados por la Comisión de El miajón de los castúos.
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