

La desescalada de las medidas de confinamiento será progresiva y siempre en forma de nuevos estados de alarma. Así lo anuncia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Un mensaje que deja a las claras que la vuelta a la normalidad será lenta y muy progresiva, lo que juega en contra de un comercio minorista que suma más pérdidas cada día y las tiendas aún siguen cerradas. Para conocer la situación del comercio en nuestra localidad quien mejor que el presidente de la asociación Comercio Local de Guareña, Pedro Miguel López Pérez, lo explique para los lectores de esta redacción.
¿Cómo afecta la pandemia al comercio local?
El comercio local se ve seriamente afectado con consecuencias imprevisibles a corto-medio plazo. El comercio minorista en general aún estaba un tanto tocado por los efectos de la crisis de 2008, de la que estaba comenzando a salir. Con lo que la situación es grave. Justo cuando se estaba recuperando la normalidad en la actividad comercial, aunque los negocios contaban con un colchón muy reducido, nos cae este jarro de agua fría. La de 2008 fue básicamente una crisis financiera e inmobiliaria, con el famoso rescate a la banca, que dejó por el camino a mucho pequeño comercio. Esta pandemia además de crisis sanitaria, supone una grave crisis económica con una tremenda falta de demanda (demanda reducida drásticamente por el confinamiento y el paro que ha generado dicho confinamiento).
El cierre obligado por el decreto del estado de alarma supone el que muchísimas familias han perdido, de momento de forma temporal, espero que no sea definitiva, su única fuente de ingresos. En esta situación el pequeño comercio ha sido el más castigado por la emergencia sanitaria. Es urgente estudiar y poner en funcionamiento medidas de apoyo al comercio local, ya que si no ponemos remedio nos encontraremos con el cierre definitivo de algunos negocios.
¿Cuántos comercios y tiendas se han visto afectados?
La gran mayoría. La verdad es que esta situación nos toca a todos. Cierto es que en distinta medida, pero todos sentimos las consecuencias del estado de alarma, del confinamiento y del cierre de establecimientos.
Ahora mismo nuestra asociación está conformada por 47 comercios. Entorno al 20% de los mismos permanecen abiertos con normalidad al estar considerados como servicios esenciales. Otro 10% aproximadamente abre unas horas al día para prestar algún servicio o atender cuestiones pendientes. Estimo que entre el 5 y el 7% pueden teletrabajar y el resto, es decir más del 60% de nuestros socios completamente cerrado al público. Me consta que algunos intentan paliar en parte el cierre recurriendo a la promoción y venta a través de redes sociales, páginas webs e incluso prestando servicio a domicilio, etc. En definitiva buscando recursos para poder mantener un mínimo de actividad que haga algo más llevadera esta situación tan complicada. Y es que precisamente lo más duro del estado de alarma, con el cierre mayoritario y absoluto de todos los negocios nos ha pillado justo en el pago del primer trimestre del IVA, ya se pagó la seguridad social de autónomos en marzo, otro tanto ha ocurrido en abril y por mucho que se hable de aplazamiento, esa no es solución, pues tarde o temprano tendrás que pagar dicha cuota, de momento que sepamos no se contempla la suspensión definitiva de cuotas. Máxime cuando toda la batería de ayudas contempladas por el gobierno y la junta son un galimatías difícil de comprender en una primera lectura, se requiere de la ayuda de gestorías y me consta que estas están saturadas estudiando y cumplimentando expedientes de ayudas. A eso añádele los alquileres de locales (conocemos muy pocos casos en los que se haya condonado el pago), posibles préstamos o créditos, el pago a proveedores de una mercancía que ahora mismo está inmovilizada. Imagina por ejemplo como lo tienen que estar pasando las tiendas de moda y complementos que antes de que comenzase el estado de alarma lo tenían prácticamente todo preparado para la campaña de primavera, comuniones, etc.
Otro dato a tener en cuenta es que los autónomos en España hemos donado un total de 915 millones de euros en la cotización a la seguridad social de marzo, que se nos cobró íntegramente aunque la inmensa mayoría sólo pudieron trabajar 14 días del citado mes. En abril, aunque en menor medida puesto que muchos ya estaban cerrados, ha ocurrido otro tanto. Cumpliendo escrupulosamente nuestras obligaciones fiscales y con la seguridad social sin saber cuando se hará efectiva la prestación por cierre de negocio o descenso del 75% de facturación. Si de los tres millones y medio de trabajadores afectados por los ERTE, se estima que en torno a 900.000 cobrarán su prestación a finales de abril ó principios de mayo. A este respecto hace uno días el diario EL PAÍS afirmaba que «el colapso en las oficinas impide a miles de afectados cobrar la prestación», ¿Cuándo cobrarán los autónomos? Las oficinas de empleo, reconocido por la propia ministra, y las gestorías están sobrepasadas con estos asuntos, por tanto estimo que dichas ayudas aún tardarán en hacerse realmente efectivas, en llegar a sus destinatarios.
¿Qué le parece que el Pleno haya adoptado el compromiso de elaborar un Plan Económico financiero para ayudar al comercio en las pérdidas provocadas por el COVID-19?
Falta concreción. Qué tipo de ayudas, cómo se van a gestionar y cuál es la dotación presupuestaria de las mismas.
En el último Pleno Extraordinario, celebrado el pasado 12 de marzo, la corporación municipal aprobó un documento con medidas y recomendaciones ante la pandemia del coronavirus. En el punto octavo se decía textualmente «adoptar el compromiso para elaborar un plan económico financiero para paliar los efectos a nivel local de la crisis provocada por el COVID-19». Y ahí se queda. No se concreta nada, no se habla de partidas ni de cantidades y mucho menos de metodología. De acuerdo con que es necesario un plan económico financiero pero habrá que explicar cómo y con qué se hace. Posteriormente, cuando había transcurrido casi un mes, ya el día 8 de abril, a través de redes sociales conocemos que la junta de gobierno de nuestro ayuntamiento ha adoptado la decisión de suspender la Feria de Mayo, algo lógico y previsible tal y como está el panorama. Así mismo la citada junta de gobierno acuerda que las cantidades presupuestadas para la celebración de dicha feria serán destinadas a la creación de un Plan de Empleo Extraordinario y para la promoción de desarrollo comercial local y hostelero de nuestra localidad, como, cito textualmente «medida de reposición de los prejuicios derivados del estado de alarma ocasionado por la crisis sanitaria». Estamos en las mismas. Generalidades y falta de concreción. Desconozco cuál era el presupuesto destinado para la feria de este año, pero podemos hacer una extrapolación con lo que sabemos de 2019. Entonces el presupuesto de la feria de mayo, según publicó HOY Guareña ascendía a 41.000 euros. Ya digo que desconozco el previsto para 2020, pero tirando por lo alto, teniendo en cuenta el presupuesto anterior, podemos estimar en torno a unos 45.000 euros. Sinceramente con esa cantidad es prácticamente imposible ejecutar al mismo tiempo un Plan de Empleo Extraordinario y para la promoción del desarrollo comercial local y hostelero de nuestra localidad. Teniendo en cuenta que en Guareña en la actualidad, según el IAE (Impuesto de Actividades Económicas) se ejercen algo más de 450 actividades económicas y estimando, como he dicho anteriormente que en torno al 60% han tenido que cerrar, si destinásemos los 45.000 euros de presupuesto de la feria exclusivamente a la promoción del desarrollo comercial nos encontraríamos con que a cada comercio que se ha visto obligado a cerrar le correspondería una ayuda cercana a los 200 euros. ¿De verdad solucionamos algo con esa cantidad? Como para llevar además un Plan de Empleo Extraordinario. Por lo tanto hace falta algo más de concreción y un mayor presupuesto, ya que el que en principio iba destinado para la feria es a todas luces insuficiente.
Si no me equivoco, creo recordar que el alcalde en varias ocasiones ha puesto el ejemplo de Guareña como municipio con una economía saneada, si no con superávit sí con cierto remanente de tesorería. Bien pues es el momento de tirar de ahí, de utilizar ese remanente, junto con el citado presupuesto de la feria para llevar a cabo un Plan de Empleo Extraordinario destinado principalmente atender a los trabajadores que se hayan visto afectados por despidos. De manera paralela debe acometerse un Plan de Rescate del comercio en su conjunto (incluyendo hostelería), con una línea de ayudas para los establecimientos afectados por el cese de actividad. Teniendo en cuenta que hay quienes llevan casi dos meses con el cierre echado y se prevé que seguirán así como mínimo hasta mediados de mayo, a pesar de la denominada «desescalada», las ayudas municipales deberían cubrir al menos el equivalente a tres cuotas de autónomo (en torno a los 1.000 euros). Desde la Asociación Comercio Local de Guareña estamos a disposición de nuestro ayuntamiento, ofreciéndonos a colaborar en todo lo necesario para poner en funcionamiento, lo antes posible, el paquete de medidas que configuren ese Plan de Empleo Extraordinario y para la promoción de desarrollo comercial local y hostelero de nuestra localidad. Y así se lo haremos saber en la reunión que mantendremos el próximo martes, 5 de mayo, con el ayuntamiento. Reunión que creemos llega con mucho retraso (cuando están a punto de cumplirse dos meses del estado de alarma y del cierre mayoritario de establecimientos), pero a la que asistiremos con la mejor voluntad para entre todos buscar soluciones y paliar la situación en la que se encuentra el comercio local.
¿Alguna otra cosa más que desee aclarar o manifestar a este respecto?
Es de justicia reconocer la labor de sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, transportistas, ejército, agricultores,… por supuesto de nuestros mayores que es el grupo de población más vulnerable al coronavirus, sin olvidarnos de nuestros niños, que nos están dando una auténtica lección de resistencia, soportando como auténticos valientes y siempre con una sonrisa el confinamiento. Pero por favor no nos olvidemos de los comerciantes, pequeños empresarios o autónomos que han tenido que cerrar sus negocios. Personas que se sacrifican y se quedan sin ingresos mientras siguen pagando su «sello de autónomo», alquileres, suministros, proveedores, préstamos, hipotecas… para contribuir a erradicar el dichoso virus. Estos comerciantes no esperan aplausos, sino el que todos nos volquemos con ellos cuando esta situación pase.
Cuando termine el confinamiento, cuando podamos salir libremente y sin temor a la calle, por favor visitemos y compremos en el comercio local, en el comercio de nuestros vecinos, familiares y amigos, esos que siempre han estado ahí.
Cuando esta pesadilla que estamos viviendo finalice, que tarde o temprano acabará, aunque no sabemos ni cuándo ni cómo, por favor dejemos a un lado las plataformas digitales y las compras «on line», ya que esas herramientas jamás generarán empleo en nuestro pueblo. En Guareña tenemos prácticamente de todo sin necesidad de desplazarnos y sin recurrir al mundo digital. Es más muchos de nuestros comercios también tienen su pequeño espacio en internet y redes sociales. Pero como decía, cuando todo esto pase, cuando superemos el parón impuesto por el COVID-19 debemos tener muy presente que el comercio local, el comercio de proximidad, el comercio regentado por nuestros amigos, familiares, vecinos, ese comercio al que si le va bien puede contratarte a tí o a alguien de tu familia, está a disposición de todo el pueblo para ayudarle en todo lo que necesite. Confiando y comprando en el comercio local generamos vida y empleo en nuestro pueblo. Algo muy necesario, de vital importancia en los tiempos venideros.
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