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Sábado, 16 de septiembre 2023
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«Pasado el Cristo, ni siesta ni abanico«. Así reza el dicho en Guareña que marca un antes y un después, acaba prácticamente el verano (aunque oficialmente es el 21 de septiembre) y comienza casi el otoño. Así que, llegaron las primeras lluvias con las fiestas patronales de la localidad.
«Señor de las Aguas, Patrón de Guareña…«. El pasado jueves 14 de septiembre, no solo se celebró las fiestas patronales de la población en honor al Santísimo Cristo de las Aguas, sino que también fue el día de la exaltación de la Santa Cruz como fiesta religiosa de la Iglesia Católica, en la cual los cristianos «rememoran y honran la Cruz en la que fue crucificado Jesús de Nazaret», así lo recordó la liturgia en la misa celebrada en la iglesia de Santa María.
«Mándanos el agua, quítanos las penas…«. El templo de Guareña estaba lleno de feligreses. Autoridades políticas con la presencia del alcalde Abel González, los concejales Nazaret Acevedo, Pedro Romero y Miguel Ángel Nieto ocupando las primeras bancas del templo; el juez de paz Juan José Lopez; y el jefe de la policía local, Ildefonso Ruiz, así como el resto de la junta directiva de la Cofradía de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores. También representantes de otras cofradías y hermandades de Guareña… Todos engalanados, asistieron a la eucaristía presidida y celebrada por el párroco Ismael Pastor, y la imagen protagonista del día presidía el Altar Mayor, el Santísimo Cristo de las Aguas. Un día grande para la población y para la comunidad cristiana.
Coral Bel Canto
«Si por nuestras culpas no queréis llover,…». Gran decoro y esplendor rodeaba al Señor de las Aguas. La coral Bel Canto ocupaba el espacio de la tribuna nada más entrar por la puerta principal de Santa María, lugar preferido para el canto coral de la agrupación dirigida por Macarena Rivas, y al órgano Tomás Sánchez. Actuaron 13 coralistas (cinco sopranos, cinco contraltos, un tenor y dos bajos). Interpretaron un canto de Entrada, 'Cristo ayer y Cristo hoy', de Jean Paul Lecot; 'Misa de San Lorenzo' de Charles Eric Haugel, con las partes 'Kirye', 'Gloria', 'Aleluya', 'Sanctus' y 'Agnus'. La directora interpretó en el Ofertorio 'Ave María' de Giullio Caccini. En la comunión interpretaron 'Ánima Christie' de Marco Frisina y 'Me has seducido, Señor' de Kairoi. Y al final el Himno al Cristo de las Aguas.
«con los inocentes, ¿qué vamos a hacer?...». Cuando acabó la misa vino el ritual de la bajada del Cristo del Altar Mayor y Francisco Moreno, Hermano Mayor de la Cofradía de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores agradeció a las autoridades y a todos los representantes de Cofradías y Hermandades su presencia, así como al párroco y a toda la comunidad cristiana. Pidió al Señor de las Aguas que la lluvia riegue los campos para beneficio de la agricultura y ganados… Una veintena de valientes voluntarios se afanaron en ayudar a bajar al Cristo crucificado en la Cruz y colocarlo en las andas para poder sacarlo en procesión por las calles de Guareña en su Día grande. Fue un momento de máxima atención. Cientos de fotografías grababan los móviles para labrar el momento y el recuerdo, y, al mismo tiempo sirva de transmisión en redes sociales o en grupos de familias y amistades, sobre todo de quienes no pudieron asistir en directo a la ceremonia religiosa.
«Agua, Señor, agua. Agua, Señor mío…». Francisco Gómez, ocupó el ambón, desde donde se dice la lectura o se pronuncia la homilía o sermón, y exaltó vítores al Cristo de las Aguas en el momento que fue colocado en sus andas. Diez voluntarios portadores sacaron al Señor de las Aguas del templo mientras la coral interpretaba el Himno al Cristo de las Aguas y los feligreses entonaban al compás.
«Que se van las nubes sin haber llovido…». La comitiva religiosa compuesta por representantes de Cofradías y Hermandades, el Cristo de las Aguas, y autoridades religiosas, políticas y civiles, y feligreses, salieron del templo por la puerta de la Epístola hacia el atrio. La Banda de cornetas y tambores de la Unión de Cofradías recibió al Cristo con el himno nacional de España y le acompañó por todo el recorrido programado.
«Agua por los clavos, agua por la Cruz…». La procesión salió por Castillejos, plaza de la Parada, Túnel, Grande, Don Diego López, Plaza San Gregorio, Malfeitos, Nueva, Medellín, Castillejos y entrada a Santa María donde se custodia la imagen del Cristo de las Aguas. Muchos balcones engalanados mostraban colgaduras con la imagen del Patrón de Guareña.
«Agua te pedimos, Divino Jesús…». Una procesión lenta, calurosa, con necesidad de mucha agua para componentes de la agrupación musical, así como a portadores que llevaban las andas del Cristo que sudaron en todo el recorrido.
«Si los niños piden pan, y sus padres no lo tienen…». La comitiva entró por la puerta principal del templo y en el crucero, la imagen dio la vuelta, retrocediendo hacia el lugar de partida y »mirando« a los feligreses que no paraban de hacer fotos. Y volvió a sonar a capela el himno al Cristo de las Aguas.
«al Señor de la agonía, piden que se lo remedien…». Francisco Moreno agradeció a todos por la participación y felicitó al cura Ismael, a portadores, autoridades, cofrades, amistades, y feligreses en general. El Cristo fue colocado en el Altar Mayor de Santa María presidiendo el templo.
Juan Juez
«El labrador sin consuelo, vierte lágrimas de luto…». Juan Juez Toribio es el veterano de la Cofradía. Siempre estuvo dedicado toda su vida a trabajar en el campo, trabajador por cuenta ajena, y hombre de fe con una gran devoción al Cristo de las Aguas. Participó en la ceremonia religiosa del día del Cristo de las Aguas y también tuvo peticiones para Él, «Le he pedido al Señor agua para los campos, también por los enfermos... y mucha fuerza pa tirar p'alante porque todo está en sus manos», manifestó Juan a este medio.
«al ver que se pierde el fruto que le cuesta tal desvelo». Recuerda Juez que su abuela materna, Ramona Frutos Fernández, le enseñó hace muchos años una oración al Cristo de las Aguas que todas las noches reza. Juan se la sabe de memoria y la recita con el móvil pegado a la oreja: «Tendido estoy y sospecho/ que está mi muerte cercana./ ¿Me levantaré mañana?/ ¿Será mi tumba este lecho?/ Señor, ten siempre en mi pecho/ lleno de tu amor,/ con suerte que no me asuste la muerte,/ que se haga lo que vos disponga,/ con tal que al morir me pongas/ donde pueda amarte y verte«.
Y acabó la letra del Himno al Cristo de las Aguas en otro 14 de septiembre para el recuerdo.
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