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La doctora Antonia López con otros miembros de la oenegé Comité Ipiranga en la amazonia brasileña. Cedida
La doctora Antonia López insiste en la sensibilización hacia la enfermedad de Hanse
SANIDAD

La doctora Antonia López insiste en la sensibilización hacia la enfermedad de Hanse

Cada último domingo de enero se conmemora por diferentes países una jornada especial dedicada a las personas que sufren la hanseniase (lepra), patología infecto-contagiosa crónica. Tiene un largo periodo de incubación, lo que dificulta su diagnóstico precoz. La especialista guareñense en enfermedades tropicales escribe una nota para el Día Internacional de la hanseniase «El sueño heredado de Bacurau».

Martes, 26 de enero 2021, 20:43

Desde el año 1954, cada último domingo del mes de enero, diferentes países del mundo, conmemoran una jornada especial dedicada a las personas que sufren la enfermedad de Hansen ,«antiguamente denominada lepra». «Se trata de sensibilizar a la sociedad sumando sinergias para su eliminación», según informa la doctora médica guareñense, especialista en enfermedades tropicales, Antonia López González.

Dice López que se diagnostican casos nuevos cada día en unos 50 países distribuidos mayoritariamente entre Asia, América Latina y África.

La hanseniase «es una patología infecto-contagiosa crónica, que se transmite por gotículas nasales y orales cuando hay un contacto estrecho y prolongado con pacientes bacilíferos no tratados». Señala que afecta a la piel, a las mucosas de las vías respiratorias superiores y a los nervios periféricos y, ocasionalmente otros órganos y sistemas; con un largo periodo de incubación, lo que dificulta su diagnóstico precoz, dice; «sobre todo en aquellas zonas aisladas donde no existe una red de salud pública accesible, de ahí que a pesar de ser una enfermedad curable, se den aún hoy amputaciones o graves secuelas por su diagnóstico tardío», explica la médico guareñense.

Antonia López atiende a pacientes afectados por la enfermedad hanseniase. Comité Ipiranga

Bacurau

La importancia de este día radica en que «nos sensibilicemos, y apelemos a quienes tienen la responsabilidad de las políticas públicas frente a esta endemia, y que juntos nos unamos para conseguir su eliminación», reivindica Toni López. Alude la doctora al activista brasileño por los derechos de los portadores de esta enfermedad, Bacurau, quien decía, «que es muy difícil explicar a las generaciones que nacieron a partir de la década de los ochenta, (época de la implantación de la Poliquimioterapia como terapia para su tratamiento), que no es posible eliminar la hanseniase, pues se tienen los medios necesarios para ello y de no hacerlo estaríamos defraudando a esas y futuras generaciones renunciando a nuestro compromiso de eliminarla tras más de dos mil años de existencia».

Recuerda que actualmente existen unos cuatro millones de personas «entre activas y secueladas de esta patología olvidada», que precisan atención pero que no siempre la tienen, dada su condición de extrema pobreza, «y esto les penaliza». Dice que la OMS propuso el año 2000 como fecha «de su erradicación, es obvio que este objetivo no fue alcanzado en la mayoría de los países, porque faltó un empeño efectivo de querer llegar hasta la meta», confirma Antonia López.

En la área endémica del Rio Purús, en la región amazónica brasileña, donde vive Toni López, «podemos sentir el estigma de ser hanseniano, al serles relegados sus derechos de ciudadanía, e incluso en algunos países son considerados como parias», por ejemplo se dan casos de niños que al ser positivos no se les permite ir a clase, y esto «nos debería hacer reflexionar en este día de manera especial, para impulsar un cambio de actitud hacia quienes la padecen, sumándonos a sus reivindicaciones y por otra, exigiendo acciones internacionales de políticas públicas para acabar con la invisibilidad histórica de los enfermos de Hansen».

Cartel anunciador de la campaña 2021. Comité Ipiranga

Toni López cuenta que, cuando llegan a una de las más de cien áreas rurales de la vasta región amazónica donde trabaja; y diagnostica casos nuevos, reúne a toda la comunidad «para hablar de esta situación y de cómo apoyar a estos portadores del bacilo de Hansen», y así poner en valor el pertenecer a una comunidad como estrategia de prevención primaria «para evitar su estigma». «Es cierto que ser portador, aún hoy, crea preocupación a quien la padece y para su comunidad», de ahí que insisten que tiene cura «si le facilitamos el acceso a la terapia y si toda la comunidad se compromete a realizar sus exámenes de piel rutinarios, pues cuando hay una enfermedad endémica, hay siempre una responsabilidad colectiva, y esto no puede ser un punto de vista sino un hecho de acción concreta».

Hace poco le dijo un niña que al escucharles confirmarle su diagnóstico de Hansen, pensó que sería odiada por su comunidad, «y no fue fácil convencerla por el estigma que supone ser portadora de esta patología, y fue entonces cuando le recordé las palabras de El Principito cuando dice que, sería una locura odiar una rosa porque un día te pinchó, sería como renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se cumplió», concluye su nota de prensa enviada a esta redacción desde Brasil para conmemorar el Día Internacional de la enfermedad de Hanse.

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