Cofradía del Silencio con autoridades políticas y eclesiásticas delante de las imágenes. PF
RELIGIÓN

Ernesto Brotóns clausuró el 75 Aniversario de la Cofradía del Silencio

El obispo de Plasencia felicitó y dio la enhorabuena a todos los componentes de la institución religiosa. Los titulares presidieron la eucaristía en Santa María, el Nazareno y la Virgen de la Amargura

Domingo, 10 de diciembre 2023, 19:50

Hoy domingo 10 de diciembre tuvo lugar el acto de clausura del 75 Aniversario de la Cofradía del Santísimo Cristo del Silencio y María Santísima de la Amargura (1948-2023) con la visita del obispo de Plasencia Ernesto Jesús Brotóns Tena.

La programación comenzaba esta mañana con la recepción de autoridades eclesiásticas y públicas en la iglesia de San Gregorio. El Hermano Mayor de la cofradía, Juan Pedro García, acompañado de su Junta Directiva, recibieron al obispo Ernesto, al alcalde de Guareña, Abel González, al párroco Ismael Pastor, y a los concejales, el de cultura José Luis Álvarez, la de Semana Santa Nazaret Acevedo, la de Personal Marina Agraz, y el de Festejos Pedro J. Gil. Así como a otros miembros de cofradías y hermandades de la población.

Junta Directiva de la cofradía del Cristo del Silencio. PF

La comitiva marchó andando hacia la iglesia de Santa María donde tendría lugar, a las 12.00 horas, la celebración de la Santa Eucaristía, presidida por monseñor Ernesto Brotóns, obispo de la Diócesis de Plasencia.

Tres imágenes presidían el altar mayor de Santa María. Los dos Titulares, el Cristo del Silencio a la izquierda de los feligreses, la Virgen María de la Amargura en el centro (encima del sagrario), y el Cristo de Medinaceli a la derecha. La coralBel Canto situada arriba en el coro de la iglesia interpretó los temas durante la celebración religiosa. Seis bancos eran reservados para autoridades políticas, junta directiva de la cofradía organizadora, demás cofradías y hermandades de la parroquia.

Coral Bel Canto con el obispo Ernesto. PF

Ernesto Brotóns

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El obispo Ernesto saludó a todos los presentes y, en especial, dio la enhorabuena a la cofradía del Silencio por los 75 años cumplidos. «Conmemorar algo es sumergirse y celebrar lo que mantiene junto y lo que se ha ido entretejiendo a lo largo de todos estos años», en referencia a todo este tiempo de vida de la cofradía.

Invitó a la institución religiosa protagonista del acto en su clausura, a recordar rostros, personas, momentos, acontecimientos… porque «se impone la memoria de todos los que apoyaron la cofradía». Añadió que todos «han compartido fe y vida, y se lo debemos a ellos, vosotros sois el testigo».

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Imagen del Cristo del Silencio en el altar mayor de Santa María. PF

Considera Brotóns que las cofradías «son la biblia del pueblo, vivientes, porque nos acercáis a las imágenes». Y añadió que la razón de ser de estas instituciones, «es preparar al Señor para presentarlo al pueblo» en las procesiones que organizan.

Mirando al Nazareno como Titular de la cofradía del Silencio, el obispo dijo que Él, «es nuestro cirineo, su madero contempla el amor a Dios», y les invitó a abrazarse al leño de la Cruz, «ánimo a la cofradía, enhorabuena y multos annos» (para muchos años más, refirió en latín). Así concluyó el Evangelio.

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Imagen Virgen de la Amargura en el altar mayor de Santa María. PF

Juan Pedro García

Al final de la ceremonia religiosa, Juan Pedro García agradeció la asistencia a todos los presentes. Recordó el nacimiento de la cofradía del Silencio cuando un 19 de junio de 1948, a las ocho de la tarde, el párroco Felipe Amador Yuste con 50 personas, constituyeron una hermandad. El propio párroco reúne seis meses después en asamblea, aprobar un reglamento que, definitivamente, se hizo constituir la cofradía. Se deciden los hábitos y la cuota de cien pesetas, así como celebrar solemnemente una procesión cada Jueves Santo con la imagen del Santísimo Cristo del Silencio.

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Prosigue García contando que el 16 de febrero de 1950 el párroco Felipe Amador encarga una segunda imagen, la Santísima Virgen de los Dolores. El inicio de la cofradía «fueron tiempo duros», dijo.

Autoridades políticas en el acto de clausura, por la derecha: el alcalde Abel González, y los concejales José L. Álvarez, Nazaret Acevedo, Pedro Gil y Marina Agraz. PF

Recordó al que fue muchos años Hermano Mayor de esta cofradía, Emilio Monago Monago, por su dedicación a la misma. También aludió al logro de alianza de la Unión de Cofradías, organizadoras de la Semana Santa de Guareña, «y tan mal no lo estaremos haciendo cuando el propio ayuntamiento decide nombrar una delegación municipal de Semana Santa».

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Juan Pedro recordó que con ilusión, ganas y fe «ponemos fin a esta celebración» y señaló que la institución a la que representa quiere seguir manteniendo «la catequesis en la calle cada Jueves Santo», concluyendo en alusión al mandamiento que Jesús instruyó en la Última Cena a sus Apóstoles, «amaos los unos a los otros, como yo os he amado», así dio fin a su discurso de clausura de los 75 años de la cofradía del Cristo del Silencio y María de la Amargura.

Y ya por la tarde, a las seis, cerró la programación con un concierto de música barroca en la iglesia de San Gregorio, a cargo de Tiago Matías, Teresa Duarte y Denys Stetsenko.

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