Levantarse de lunes a sábado a las seis y media de la mañana. Hacer las primeras tareas de la casa. Irse a vender a un puesto de frutería en el Mercado de Abastos hasta las tres de la tarde. Repartir después compras a domicilio. Llegar ... a casa cerca de las cuatro y ponerse a comer con su familia. Rematar los quehaceres del hogar. Y acostarse a las diez de la noche. Es un ritmo de vida marcado y elegido por María Pascual Sánchez.
Esta mujer nace en una clínica de Tarragona el 31 de mayo de 1969. Su familia vivía en la calle Francesc Maciá de Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Vino al mundo cuando John Lennon y su esposa Yoko Ono tenían todo dispuesto para grabar al día siguiente la canción 'Give Peace a Chance' (en castellano 'Dale a la paz una oportunidad'), coincidiendo al mismo tiempo con la supresión de libertades en España y eliminación del catalanismo en Cataluña. Los padres de Mari, Pedro Pascual Silos y Francisca Sánchez Gutiérrez, no pensaban en la situación sociopolítica del momento ni de otros acontecimientos, sólo sacar a su familia adelante.
El padre era obrero eventual en Guareña, pero la cosa no marchaba bien y decide emigrar. Consigue trabajo de albañil en Barcelona y con unos ahorros vuelve al pueblo. Pedro y Francisca deciden casarse en Guareña y volver de nuevo a Cataluña. En esta tierra nacen sus tres hijas. Mari es la segunda de tres hermanas por delante de Yolanda (la pequeña) y por detrás de Pruden (la primogénita). Cuando la familia completa regresa al pueblo, el padre se hace vendedor de frutas; y la madre, vendedora de ultramarinos en la travesía de Arroyo, hoy Rafael Alberti. Se diría pues, que nuestra protagonista viene de familia humilde y vendedora. De tratar diariamente con la gente. Eso ha heredado Mari, trabajar y trabajar de cara a la clientela de lunes a sábado.
El 5 de diciembre de 1993, Mari se casa con Diego Peña Moreno, y fruto de su matrimonio tienen dos hijos, Carlos y Rodrigo. A sus 54 años se ha convertido en la mujer veterana del Mercado de Abastos de Guareña. Comenzó trabajando con su padre en 1986 cuando tenía 17 años. Dejó de estudiar hasta BUP. Lo que más le gustaba, la historia, pero decidió dejarlo «porque le hacía falta a mis padres». Hacía venta ambulante y mercadillo los miércoles en la plaza de Abastos.
Vendedores en el recuerdo
Todavía se acuerda cuando era adolescente y en el Mercado vendían los carniceros «los Crisóstomos« (Juan y Diego), Dimas, Tomás Fernández «zalea«, Antoñito Quesada, los hermanos Espino, Angelito «el del bofe«, o Carmona; los pescaderos hermanos Gallardo (Francisco y Manolo), los hermanos Romero (Pedro, María y José); verduleros y hortelanos Mercedes y Luciano, Alfonso Heras, Vicenta, Juana e Isabel, Francisca «la de Mancebo«, Isidoro y Maribel, y Tomasa «la de Candelo«; y los ultramarinos de Nico y Octavio.
Pero Mari Pascual tiene psicología para entender a su clientela. Sabe vender y aconsejar, y si el producto no es de buen género, lo dice. Honrada como la que más… «¿Alguna cosita más?«, es la pregunta que más repite en su puesto de frutas y verduras.
Mucho ha cambiado el Mercado de Abastos desde que Mari empezó y cómo lo ve hoy. «ha cambiado mucho en instalaciones, en comodidad, tenemos calefacción y aire acondicionado, grifos en cada puesto…». La estructura del interior también ha cambiado, dice, «antes había puestos de poyetes en el medio del Mercado, sobre todo el pescado y verduras, y alrededor las carnicerías y los ultramarinos». Entonces imperaba el peso de balanzas con distintas pesas, tenían un travesaño con punto de apoyo en el centro y en cada punta presentaba un plato, en uno se colocaba una o más pesas, y en el otro se colocaba el producto que se deseaba pesar. También los había de la marca Regia con una gran aguja que marcaba el peso. «También contaba la plaza con una campana que no la escuché nunca tocar, un reloj grande, y un bedel», recuerda Mari.
Asegura que las frutas reinas de su puesto son «en verano, la sandía, y en invierno, la naranja». Pero si ha cambiado mucho el Mercado de Guareña, también ha cambiado la fruta en el puesto de Mari que al principio no había, pero hoy pueden verse frutas exóticas, tales como pitahaya, mangos, chirimoyas, aguacate, kiwi…, además de las tradicionales frutas, como naranjas, manzanas, plátanos, melocotones, nectarinas, peras, uvas…; también frutos secos como castañas, nueces… Y hortalizas, como lechugas, coles, brócolis, boniatos, calabacines, pepinos, guisantes, judías verdes, acelgas, ajos, cebollas, puerros…
Y, mientras tanto, Mari con su mandil se convierte en veterana del Mercado de Abastos de Guareña, porque así lo decidió un día y porque así el tiempo lo está marcando.
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