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El cura Jairo Carmona Llano.
Jairo Carmona, el cura que alegra las misas y atrae la atención en su canal YouTube

Jairo Carmona, el cura que alegra las misas y atrae la atención en su canal YouTube

"Esto es una sociedad de confort, de bienestar, la gente cree que lo que tiene no se lo deben a nadie. Se ha perdido esa mística de entender lo que recibimos en bendición de Dios", asegura el cura

PEDRO FERNÁNDEZ

Martes, 19 de abril 2016, 18:23

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Jairo Carmona Llano nace en Marulanda hace 50 años (28-12-1965), en el departamento de Caldas (Colombia), un pueblo productor de lanas por la gran cantidad de rebaños de ovejas que transitan por terrenos montañosos, aunque sus inicios lo pasa en San Félix, un pueblecito de unos 1.500 habitantes, con clima fresco de 8-10º, sus gentes protegidas con ruana (especie de poncho). En San Félix hay fuerte presencia de palmas de cera, nativa de los valles altos andinos, al noroeste de Colombia. La palma de cerca da un hábitat para muchas formas de vida, frecuentemente especies en riesgo de extinción, como el Loro Orejiamarillo (orejas amarillas). En casa de Jairo había una palma con 60-70 años, nos dice, siendo una planta que identifica a su país, igual que los loros orejiamarillos.

Se marchó pronto a San Félix cuando tenía 5 años, porque su padre, Manuel Antonio Carmona Arias, era sastre y tenía una sastrería en este pueblo. Su madre, María Lusmyla Llano Giraldo trajo cinco hijos al mundo. Jairo es el primogénito de sus hermanos Diego, Gladys, Lady (se escribe con la y que baja, corrige Jairo cómo se escribe los nombres de sus hermanos), y Herman Alonso. Esta es su familia directa.

Estando en 4º Bachillerato contactó con el misionero Óscar Gallego, quien le contó una historia de Kenia que le convenció ser predicador y se fue al Seminario Menor en 1981, en Manizales. Pero le entró la duda y se dedicó a trabajar con su padre, también hizo tareas en un Centro de Salud de San Félix (haciendo facturación, estadísticas); también regentaba un bar de jóvenes, de nombre Horizonte. Jairo tenía cierto liderazgo, le escuchaban atento sus amigos. Cuando la economía vino abajo en San Félix decide irse a otra parte de Colombia, a Jardín, un municipio al suroeste de Antioquía, para explorar el cultivo del espárrago, no fue posible y logró llevarse la trucha a San Félix, me fui hacia Jardín con un señor muy católico, Diego Noreña, que se quedaba delante de un templo orando a las puertas, y cierto día me preguntó ¿a usted no le llama la vocación sacerdotal? Está usted siempre pensando en los demás, me dijo. Y mi inquietud, muy calladamente, me tocó la campanita. Quise hablar con el Obispo, pues yo tenía 30 años y podía no aceptarme en el Seminario, cuenta el cura Jairo. Y sentí el llamado, que aquí feminizamos con la llamada.

Seminario y Sacerdote

Y comenzó su etapa en el Seminario con 32 años (1997) con chicos muy jóvenes que casi le doblaba la edad, me decían el abuelito. Confiesa el cura Jairo que le costó estudiar, ellos lo tenían fresquito, pero sufrí y puse empeño, me fui insertando y entonces el Seminario me fue fácil. Y se ordenó sacerdote el 27 de noviembre de 2004 en la catedral basílica de Manizales y le mandan a Aguadas (norte del departamento de Caldas), donde es típico el sombrero y el pionono (especie de bizcocho). Allí fue de coadjutor durante 11 meses, éramos en este pueblo cinco sacerdotes, dos de ellos eran párrocos, los otros éramos coadjutores, informa. En este tiempo perteneció a un consejo de redacción del periódico El Paraíso, era un mural semanal, tenía muy buena aceptación, generaba opinión y se comentaba todo, dice. En este municipio de Aguadas, el cura Jairo hizo mucho periodismo, no solo prensa sino radio y televisión, por eso cuando le vemos ahora en sus trabajos de YouTube, controlando y adaptándose bien a la cámara es, porque ya conoce el paño.

Paramilitarismo

Jairo Carmona es destinado a La Merced, pueblo gobernado por los paramilitares, municipio enclavado en la cordillera central de los Andes perteneciente al departamento de Caldas. Aquí estuvo 6 años y manifiesta el cura una sensación de desánimo por parte de la comunidad por la situación que vivía este pueblo con mucha presencia armada, que se caracterizó un tiempo por la falta de autoridad legítima, un territorio dominado por el paramilitarismo, y una de sus tareas fue contribuir en la recuperación, cada semana morían gente y trabajaba paralelo en contra al ejército del Estado, cuenta Jairo. El cura predicaba y era muy claro en sus explicaciones porque solo defendía la vida y nunca me metí con ellos, no hice alianza con ellos, rescaté el optimismo; en los seis años que estuve construimos dos casas, como lo que es el interparroquial de Guareña, trabajamos por el desarrollo del pueblo, por el turismo, el parapente allí es muy practicado, por eso cuando aquí veo a Mariano se me hace la boca agua, relata su experiencia en La Merced y el trabajo que hizo con el campesinado, están en sectores alejados con condiciones de vida que no son buenas, trabajan duro, ganan sus pesos y se van a la cantina y no les cambia la mentalidad; con lo que desarrollamos proyectos de fiestas que se hacían en las veredas, en el campo, con bailes, y es entonces cuando la familia está junta, celebra la fiesta unida, y no el marido en el bar y la mujer en casa.

Catequesis familiar

Después pasó a Chinchiná, municipio colombiano ubicado en el departamento de Caldas, a 18 kilómetros de la capital Manizales. En su territorio se cultiva uno de los mejores cafés para la exportación que produce Colombia. El nombre del pueblo viene del vocablo indígena río de oro. Ciudad destacada como Vicario Episcopal de la zona sur, tuvo el cura Jairo 15 parroquias a su cargo durante dos años y medio. Se logró trabajar mucho en equipo, con propósitos en común, implanté la catequesis familiar, ¡todos a trabajar! Ese trabajo, el obispo Gonzalo Restrepo Restrepo, quería verlo como proyecto y entré en la curia, coordiné en la diócesis con todo este tema de familia y me envía a España para estudiar y profundizar en los temas de familia y aquí estoy, así cuenta el cura Jairo cómo y por qué está en España.

Llegó a Plasencia el 11 de septiembre de 2015. En octubre llega a Guareña para colaborar con el párroco Eugenio Albalate. Preparo exámenes para ingresar en la Pontificia de Salamanca; y hasta ahora lo manejo, me va bien, dice. En Guareña coordina dos grupos de matrimonio y asiste al colegio Nuestra Señora de los Dolores como capellán. En su tiempo libre lee novelas, está terminando en el momento de la entrevista Y de repente, Teresa de Jesús Sánchez Adalid.

Un cura en YouTube

Su vida va con los tiempos. Yo me hago todo, me hago la comida para que mi mamá estuviera tranquila, y está tranquila su madre, dice. Pero le pregunta por qué no hacer un canal de YouTube, y le gustó al cura hacer lo que uno no se atreve, cómo hacer un canal de video que transmita mensaje. Y tuvo que aprender cómo se corta, cómo se pega, etc. Y a través de su canal quiere compartir las experiencias de la vida coidiana acompañadas siempre de una reflexión espiritual. El Papa está en twitter y yo en YouTube, dice en uno de sus videos. Sólo hay que poner cura Jairo Carmona y sale sus diferentes videos reflexivos sobre la cocina, la pareja, la confesión, el fútbol, el tatuaje, la bendición, y muchos temas más. Y en estos temas él entiende que está evangelizando.

Sobre la Semana Santa asegura que hay que interiorizar más la fe en el corazón, no puede ser solo de imágenes, medallas la fe tiene que estar en el corazón de las personas. Es un proceso lento, pero hay que decirle a la gente que hay una manera distinta de creer en la fe, profundizar la fe, ir a la esencia, señala Jairo. Esto es una sociedad de confort, de bienestar, la gente cree que lo que tienen no se lo deben a nadie. Se ha perdido esa mística de entender lo que recibimos en bendición de Dios, asegura el cura.

En cuanto a las procesiones que ha vivido Jairo Carmona en Guareña por primera vez, dice que jamás ha visto pasos con hombres costaleros y algunos de ellos no van a misa; y la vivencia de la fe no es una manera folclórica, de espectáculo, debe estar en el corazón, asevera nuestro personaje del mes, quien explica cómo hacer que las cosas lleguen al corazón, el don de piedad es el gusto por las cosas de Dios, que pueda orar, qué bueno es el rezar, gozar con las cosas de Dios.

En cuanto a los jóvenes señala que le ha ido bien en Guareña. Me acerco como uno más, les hago sentir que me cuenten, los defiendo porque caminan como hemos caminado antes; están queriendo identidad, están deseosos por sus cosas, ser reconocidos como son y lo que hacen. Ellos son rebeldes, pero no son malos, y les enseño a canalizar el camino, sé llevarlos, explica. El cura Jairo Carmona estará hasta septiembre de este año y se irá a un pueblo cercano de la Pontificia de Salamanca.

Autocrítica sacerdotal

Jairo ha venido a explorar la vocación sacerdotal, ¿por qué está bajando esto? Todo es dinámico y nosotros nos quedamos con un estilo de muchos años igual, que tuvo su éxito; habría que pensar en nuevas maneras porque el mundo evoluciona y la formación también, tenemos que ser al mundo, conectar con ello. Carmona dice que su estilo es distinto a los curas, predico las cosas reales, yo soy uno más en el camino, concluye la historia de este hombre que hace sonreír en cada misa y convierte su homilía o su discurso en una lección de vida que atrae la atención del oyente, sea o no creyente.

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