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Pedro García "el zorro" vuelve al Guareña.
Vuelve Pedro García "el zorro" a Guareña, otro aguador que dio de beber a mucha gente

Vuelve Pedro García "el zorro" a Guareña, otro aguador que dio de beber a mucha gente

Con 15 años se puso a trabajar repartiendo agua por las calles de Guareña con una cuba tirada de una bestia, de propiedad. Recuerda que la cuba comprada de su padre hacía 500 litros de agua sacada del pozo de "la noria".

PEDRO FERNÁNDEZ LOZANO

Viernes, 21 de julio 2017, 18:08

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Dice el dicho que "uno es de donde pace, no de donde nace". Este es el caso de Pedro García Merino que tras haber nacido en Xátiva no se siente valenciano para nada, pues con un añito le condujeron a la calle El Pilar, de Guareña, con lo que siempre se siente extremeño y guareñense este vecino que ha cumplido recientemente 70 años.

Recuerda de niño que había un pequeño pilar con la imagen de la Virgen en unos azulejos cerca de la carretera de Cristina "y también dentro del matadero había un pilar". Todavía lo recuerda y no se le olvida "la Virgen de la fuente en los azulejos".

Pedro es hijo de 'El Zorro', así llamaban a Pedro García Monago, de profesión obrero eventual; y de Juana Merino Parejo, dedicada a las tareas diarias del hogar y a la crianza de sus hijos. Si al padre le llamaban "Zorro" a nuestro protagonista de esta sección le llamaban "Zorrino", por ser hijo de aquel. Lamenta no acordarse de los nombres de sus hermanos, sólo de Petra, aunque ya han muerto todos.

Pedro "el zorrino" fue a la escuela de San Gregorio, también a San Ginés, "pero no terminé la escuela porque no se me daba bien los estudios, yo quería trabajar", así que con tan solo diez años se puso a trabajar con la lección temprana aprendida, "me dijo mi padre que me iba a acordar" y cuando el frío se agarraba en las manos se le venía a la memoria las palabras de su padre.

Con 15 años se puso a trabajar repartiendo agua por las calles de Guareña con una cuba tirada de una bestia, de propiedad. Recuerda que la cuba comprada de su padre hacía 500 litros de agua sacada del pozo de "la noria". "Sacaba agua sobre las seis de la mañana, repartiendo por las casas hasta las once de la noche". El cántaro hacía 20 litros de agua, que valía entonces a dos reales, tres y finalmente una peseta, según Pedro.

Eran los años 50-60 cuando en las casas de Guareña no había agua corriente. Para beber había que esperar al reparto del agua a domicilio por los aguadores que dispensaban el agua mediante cántaros que llenaban de una cuba tirada por una bestia. Y una parte de la vida de Pedro García "el zorro", pues se quedó con el apodo de su padre, la dedicó a repartir agua "para consumo y para lavar". Sus clientes estaban repartidos por todo el pueblo: cuartel de la guardia civil, El Tamujo, El Pilar, Salsipuedes, Hernán Cortés, Los Llanos, Alberquilla, San Gregorio

Estuvo unos cinco años repartiendo agua, luego se dedicó al campo. No pudo completar el servicio militar por problemas de visión, pese a las ganas que tenía de servir a la Patria. Finalmente se fue a Barcelona y encontró trabajo de paleta y encofrador. Ya jubilado ha vuelto "el zorro" a Guareña a ver a sus primos, como así le saludan algunos vecinos cuando lo ven pasear por las calles.

Ahora recuerda todas aquellas "batallas" vividas. Acordándose mucho de su padre que le admiraba, "repartía lo poco que tenía a quien no tenía nada, negociaba con el patrón para que la comida entrara en el jornal", cualidades que le hacían más grande. Pedro García tiene mirada misteriosa "de zorro", sonrisa aguardentosa, simpático, y amable en sus historias.

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