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Laura en la escalinata del patio de Casas del Turuñuelo. CEDIDA
«Trabajar en El Turuñuelo es el sueño de cualquier arqueólogo»
GENTE CERCANA

«Trabajar en El Turuñuelo es el sueño de cualquier arqueólogo»

Laura Salguero Ledesma es vecina de Guareña y trabaja en el yacimiento de Casas del Turuñuelo como arqueóloga técnica. Explorar es su gran pasión. Para ella la arqueología es amor, satisfacción y vocación

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Martes, 11 de abril 2023, 10:59

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«Ser vecina del pueblo de Guareña y trabajar en un yacimiento como el Turuñuelo es un orgullo y a nivel profesional es una oportunidad única. Actualmente este yacimiento arqueológico es puntero tanto a nivel nacional como internacional y trabajar en él, es el sueño de cualquier arqueólogo», lo dice Laura Salguero Ledesma (Guareña, 1995) que fue contratada por el proyecto 'Construyendo Tartesos' en febrero de este año. A los pocos días estuvo en el laboratorio del Instituto Arqueológico de Mérida (IAM) y a las dos semanas comenzó en el yacimiento.

Esta guareñense vive en la Plaza Federico García Lorca, de Guareña, aunque desde la contratación del proyecto por el IAM reside en Mérida. Es hija única de Antonio Salguero Rodríguez y María Ledesma Rodríguez. Su padre es funcionario (policía nacional) y su madre, actualmente, trabaja en las tareas diarias de casa.

Desde que tenía 10 o 12 años, su gran pasión fue ser arqueóloga. «Lo tenía muy claro desde pequeña y por eso me incliné por ello». Esta pasión le surgió en la zona del 'Pozo de la Cañada'. Allí su familia tiene un campo y con esa edad de niña, los fines de semana se dedicaba a releer los periódicos que su padre apilaba junto a la chimenea, hasta que un día encontró una noticia sobre la momia de Hatshepsut, la primera mujer faraón de la historia. Le llamó tanto la atención que, a partir de ahí, comenzó a recopilar todas las noticias relacionadas con Historia y Arqueología que encontraba. «Todo esto también gracias a mi padre, que desde pequeña me inculcó el amor por los libros. Se percató de como nacía mi afición por la historia y me relató que cerca de nuestro campo se habían encontrado unos restos arqueológicos al realizar los desagües; me compró mis primeros libros de historia y mis padres comenzaron a llevarme a museos, primero en Mérida y poco a poco a Madrid«, según rememora Laura. Lo que empezó como un entretenimiento de niña, acabó siendo una pasión y vocación para ella.

En plena faena consolidando una viga de madera.
En plena faena consolidando una viga de madera. CEDIDA

Formación de Laura

Comenzó sus estudios primarios en el Colegio Nuestra Señora de los Dolores, de Guareña. Cursó Bachillerato en el IES Donoso Cortés, de Don Benito. Estudió el Grado de Historia y Patrimonio por la Universidad de Extremadura, en Cáceres (2013-2017). Posteriormente realizó el Máster de Arqueología del Mediterráneo en la Antigüedad Clásica por la Universidad Complutense de Madrid (2017-2018). Realizó el Posgrado de Experta Universitaria en Arqueología de la Arquitectura clásica por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (2022). Y, por último, el Máster de Formación del Profesorado por la Universidad Internacional Isabel I de Castilla, de Burgos (2021-2022).

Le causa satisfacción explorar y ser arqueóloga, «es una de las mayores satisfacciones que puedo sentir en la vida. Para mí la arqueología no sólo es un trabajo, también es mi vida, mi hobby. Siento hacia la arqueología algo que es muy complicado explicar con palabras«; y resume que esta ciencia, »es amor, satisfacción y vocación«.

Restos de vegetales de ramas utilizadas en las techumbres.
Restos de vegetales de ramas utilizadas en las techumbres. CEDIDA

La V campaña de excavación en Casas del Turuñuelo comenzó el 15 de febrero y, previsiblemente, durará hasta finales de abril o principios de mayo. Su puesto es arqueóloga técnica, y su labor se desarrolla en el campo, donde al igual que el resto de sus compañeros «es ayudar en todas las tareas de excavación. Desde sacar tierra, perfilar, extraer objetos más delicados, hasta ayudar con la documentación o tomar cotas», explica.

Adelanta Laura que se ha encontrado muchas cosas importantes en las excavaciones del Turuñuelo de Guareña, pues Laura lo considera «un yacimiento excepcional a nivel arqueológico en el mundo, es impresionante el grado de conservación de los materiales«. Algo que le ha gustado mucho excavar »han sido los restos vegetales pertenecientes a la techumbre de la nueva habitación que estamos excavando esta campaña o un gran derrumbe, que nos va a aportar mucha información sobre las técnicas constructivas utilizadas«, según revela.

En un sondeo para seguir la estratigrafía del edificio.
En un sondeo para seguir la estratigrafía del edificio. CEDIDA

El protocolo que siguen estos técnicos arqueólogos cuando encuentran algo, dependiendo de la importancia, se lo comunican a los directores, Esther Rodríguez o Sebastián Celestino, «o al técnico que esté como coordinador en ese momento en el corte, se toman cotas del objeto para saber la posición exacta y situarlo topográficamente en el espacio en que se encuentra, se limpia y se fotografía in situ, posteriormente se dibuja en los planos y se sitúa, y, ya después, se procede a su cuidada extracción«, detalla Laura el ritual de un descubrimiento. Señala que es un proceso muy cuidado, »hay que tener en cuenta que la arqueología es una ciencia destructiva, y es fundamental el proceso de documentación, hacerse lo más detallado y completo posible. Lo que nos interesa a los arqueólogos y lo que nos aporta información, no es sólo el objeto en sí, sino el contexto en el que se encuentra«, declara la joven arqueóloga.

Laura ha conocido otros yacimientos antes del Turuñuelo. Cuando acabó el Máster de Arqueología en 2018, comenzó a trabajar en Mérida, considerado un yacimiento arqueológico en sí, dice. Otro yacimiento en el que ha trabajado, ha sido en la ciudad romana de Segóbriga, en Saelices (Cuenca), lugar celta y romano situado en torno al llamado cerro de 'Cabeza de Griego'. Anhela conocer otros lugares, pues desde pequeña su sueño era conocer Roma, Pompeya y Egipto; «los dos primeros, los he cumplido…, el tercer lugar, espero poder conocerlo muy pronto».

Con sus compañeros arqueólogos del equipo del Turuñuelo. Laura es la primera por la derecha.
Con sus compañeros arqueólogos del equipo del Turuñuelo. Laura es la primera por la derecha. CEDIDA

Importancia de los restos arqueológicos

Considera Salguero Ledesma que la arqueología tiene muchos beneficios en la sociedad. «Es la ciencia que te permite conocer el pasado a través de los restos materiales que han llegado hasta nuestros días y a partir de ahí, estudiar los modos de vida de nuestras culturas ancestrales y, por tanto, poder enriquecer culturalmente a la sociedad en la que vivimos». Señala que la arqueología requiere «mucha especialización y se nutre de muchas otras ciencias para completar los procesos de estudio. Nos permite conocer nuestra historia y nuestras raíces, saber de dónde venimos y ayudarnos hacia dónde nos dirigimos«. Y añade que es fundamental también la labor de difusión y divulgación, »para concienciar a la sociedad de la importancia que tienen los restos arqueológicos«. Cree que es una tarea ardua, pero que cada vez va ganando más terreno y los ciudadanos »estamos más sensibilizados con nuestra historia y patrimonio«.

Laura entiende que hay multitud de herramientas importantes para un arqueólogo, pero ella considera que una destacada puede ser el paletín, pero sin duda alguna, asegura que la herramienta más importante para un arqueólogo «son sus ojos y el sentido de la vista«, concluye.

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