'La maleta' será contada en la biblioteca Eugenio Frutos

La biblioteca municipal es el espacio en Guareña con mejor confort para el estudio y lecturas. Contiene el mayor foco de libros de todo tipo. De igual forma se proyectan otras actividades a lo largo del año. La pandemia ha hecho aminorar la presencia. Se han respetado los aforos, según las restricciones de las autoridades sanitarias. En la actualidad se abren nuevos frentes para el optimismo y sus actividades. El próximo martes se presenta una novedosa actividad. El Plan de Fomento de la Lectura de Extremadura y el CEMART (Centro de las Artes Escénicas y de la Música), presentan 'Lecturas dramatizadas' en la biblioteca pública municipal Eugenio Frutos.

La responsable del Plan de Fomento de la Lectura de Extremadura, Virginia Aizkorbe, y la directora del CEMART, Toni Álvarez, presentaron en su día, en Don Benito, este proyecto de 'Lecturas dramatizadas en bibliotecas', una nueva estrategia que viene a reforzar las acciones ya iniciadas con la muestra 'Puro Teatro' y el acuerdo al que se llegó con la organización del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Pues bien, las 'lecturas dramatizadas' llegan a Guareña y miembros de los clubes de lectura de la biblioteca municipal se interesan por esta iniciativa. Se les ha encomendado que lean una obra para ser dramatizada o comentada por alguno de los actores o dramaturgos extremeños que participan en este proyecto.

Para el próximo martes 15 de junio, a las 17.30 horas, tiene lugar en la biblioteca de Guareña, la lectura dramatizada de la obra teatral 'La Maleta', del dramaturgo Isidro Timón, la actriz Amelia David, y el músico Mario Osuna. Los tres estarán en la biblioteca municipal acompañados de unas 25 personas que asistirán como público.

'La maleta' habla de la emigración que «tantos hombres y mujeres tuvieron que emprender para poder sobrevivir, en unos tiempos duros», según Timón. Esta obra es una historia que el autor la cuenta desde la emoción. Dicen que el texto recorre caminos certeros hacia la sensibilidad del espectador, y dicen también que «el suspense mantiene en alerta incluso a los más avezados practicantes de yoga».