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Momento que el coche fúnebre lleva los restos mortales de María Luisa Chamizo Cordo, una vez finalizada la misa en la iglesia de San Sebastián, en Sevilla, el pasado 22 de marzo.
Muere la primogénita del poeta Luis Chamizo

Muere la primogénita del poeta Luis Chamizo

Falleció en Sevilla el pasado 20 marzo a los 91 años y el sábado 2 de abril sus cenizas serán depositadas en la tumba de su padre, como fue su voluntad

PEDRO FERNÁNDEZ

Miércoles, 30 de marzo 2016, 00:14

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El Domingo de Ramos 20 de marzo fallecía María Luisa Chamizo Cordo, primogénita de una familia de cinco hermanas (María Victoria, María de las Virtudes, Consolación, ya fallecida, y María Asunción), cuyos padres, el poeta extremeño y cantor del castúo, Luis Chamizo, y Virtudes Cordo, nativa de Guadalcanal (Sevilla), hubieran querido ver completada con algún hijo varón, pero los dos mellizos que alumbró Virtudes, uno nace muerto, y el otro vivió pocas horas.

Marisa nace en Guadalcanal un 18 de mayo de 1924. Con los años se ocupó del negocio familiar, consistente en una explotación agraria, situada en los términos municipales de Guadalcanal y Cazalla de la Sierra. Pero también a Marisa le cupo la fortuna de tutelar un patrimonio moral de enorme importancia, expresa Marisol Zelaya, nieta del poeta e hija de María Luisa, en una información necrológica sobre su madre en ABC. Su padre fue el gran y reconocido poeta extremeño Luis Chamizo, con él se sintió siempre espiritualmente identificada. Marisa admiraba a Luis Chamizo como padre y como escritor, asumiendo hasta el último momento de su vida la defensa de su obra y de su persona, dice.

Virgilio Zelaya

Marisa visitó con frecuencia Guareña, donde nació su padre. A medida que fue madurando, en cierta ocasión manifestó comenzó a surgir en mí la persona decidida y valiente y, sobre todo, independiente que llegaría a ser después. Solo me derrumbé dos veces, la primera cuando perdí a mi padre en 1945 y, la otra, cuando en 1988 murió el compañero de mi vida", en referencia a Virgilio Zelaya Rubí, el que fuera embajador de Honduras en España, fallecido el 9 de octubre a los 71 años de edad. Relata Marisol Zelaya que la defensa que hizo su madre de la obra de su abuelo, Luis Chamizo, le llevó a conocer al que, más adelante, se convertiría en su marido. Y lo cuenta. Los presentó el periodista Antonio Orio Zabala, conocedor de la obra de Luis Chamizo y amigo de Virgilio Zelaya, ambos estudiaban un doctorado de periodismo en Madrid. Virgilio, conocedor igualmente de la poesía de Chamizo, quiso escribir un artículo sobre el poeta extremeño, muy conocido también en Hispanoamérica, sugiriéndole entonces Orio Zabala que entrevistara a su hija mayor, Marisa. Así sucedió, y aquella entrevista se publicaría en el periódico El Día de Honduras, en el cual Virgilio publicaba regularmente. Se concertó la entrevista en el café Varela, de Madrid, en la puerta del Sol. Aquel encuentro se convirtió en relación sentimental y ésta, unos meses más tarde en matrimonio, describe Marisol.

Escritora

Marisa trató de abrirse como escritora tras los consejos de dos buenos amigos de su padre, Arturo Gazul y Jacinto Benavente, una vez fallecido Luis Chamizo. Marisa escribió teatro, asistió a tertulias literarias con su padre en el café Gijón y Pombo. Cuenta Marisol Zelaya cómo su madre escribió su primera obra de teatro titulada Tela de Araña y el proyecto de su representación en el teatro Lara, de Madrid, poco antes de su lectura ante la compañía de Ángela Pla y Ángel Terrón, recibió un comunicado del organismo oficial que controlaba la censura de aquellos años, señalando que no podía darle el visto bueno a la obra por tener un contenido inmoral, pues la creación de Marisa trataba con delicadeza el tema del divorcio, relata Marisol lo que le pasó a su madre. Se decepcionó tanto que, sumado a su feliz matrimonio que le llevó a Honduras y a otros destinos diplomáticos, desistió de las letras. Fruto del matrimonio nacieron dos niñas, Amor y Marisol.

Marisa continuó divulgando y apoyando la difusión de la obra de su padre. Ya octogenaria, dedicó varios años a escribir un libro sobre la memoria de su padre, cuya publicación verá pronto la luz con la participación de su hija Marisol, según ésta.

Marisa con su padre

El pasado martes 22 de marzo se ofició una misa de corpore insepulto en la iglesia de San Sebastián, en Sevilla, donde asistió el alcalde de Guareña, Abel González, y el concejal de cultura, José Luis Álvarez. Sus restos, cumpliendo su voluntad, fueron incinerados y reposan una parte en Sevilla junto a los de su marido, Virgilio Zelaya, y otra parte será trasladada al cementerio de Guareña el próximo sábado 2 de abril, cuando se oficie una misa a las 11.00 horas y posteriormente, sus cenizas sean depositadas en la tumba de su padre, Luis Chamizo.

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