Borrar
Candela Chaves, Doctora en Historia por la UEX, autora del libro "Sentenciados" que presentó en Guareña.
245 guareñenses fueron juzgados en Consejos de Guerra y de éstos, 94 fueron sentenciados a pena de muerte

245 guareñenses fueron juzgados en Consejos de Guerra y de éstos, 94 fueron sentenciados a pena de muerte

Así lo explica Candela Chaves en una entrevista concedida a HOY Guareña a raíz de su conferencia en Guareña el 20 de mayo, presentando su libro “Sentenciados: La represión franquista a través de la justicia militar y los consejos de guerra en la provincia de Badajoz 1937-1950", un trabajo de investigación de la Doctora en Historia por la Universidad de Extremadura

PEDRO FERNÁNDEZ LOZANO

Sábado, 11 de junio 2016, 23:44

Tras la conferencia el 20 mayo en la Casa de la Cultura, acto organizado por el Ayuntamiento de Guareña y el Servicio cultural de la Mancomunidad Integral de municipios Guadiana, con la presentación del libro Sentenciados: La represión franquista a través de la justicia militar y los consejos de guerra en la provincia de Badajoz 1937-1950", y autora Candela Chaves Rodríguez, investigadora y Doctora en Historia por la Universidad de Extremadura, HOY Guareña ofrece la entrevista con Candela. Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX)

¿Qué justificación hace al título del libro Sentenciados y no se le ocurrió otro nombre, o sí?

Quería buscar un título preciso y claro que fuese capaz de representar el efecto represivo que tuvo la Justicia Militar y su aplicación. Estimé que la palabra Sentenciados englobaba todo eso, identificando a aquellos que fueron sometidos a Consejos de Guerra y juzgados por los tribunales militares. Procesados y sentenciados por su defensa del orden republicano y su oposición, en cualquier grado, al golpe militar y posterior dictadura.

Sabemos que el libro es fruto de su tesis doctoral, pero ¿cómo surgió realizar este trabajo sobre la represión franquista en la provincia de Badajoz, qué causas fueron?

Desde que comenzó el PREMHEX (Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura), surgió la necesidad de ampliar y complementar, con un equipo multidisciplinar y junto con el trabajo de otros historiadores y asociaciones memorialistas, los estudios que sobre la Guerra Civil y el Franquismo existían en la región desde un plano más completo. Aunque había publicaciones previas de gran interés e importancia, consideramos que debíamos abarcar un estudio más completo sobre este periodo de tiempo y, sobre todo, centrarnos en las consecuencias represivas franquistas en todas sus modalidades. Las de origen republicano ya eran conocidas a través de la Causa General. Así, desde 2003, y en mi caso desde 2007, cuando comencé a trabajar en el PREMHEX, se focalizó la atención sobre la provincia de Badajoz, donde las cifras de víctimas por la represión franquista la convierten en una de las más afectadas de toda España. Y se comenzó la investigación, la que nutrimos de nuevas fuentes documentales, inaccesibles hasta ese momento. Para realizar este trabajo sobre la represión judicial, consultamos y registramos los fondos del Gobierno Militar de Badajoz, en Ávila; el de la prisión provincial de Badajoz y los fondos judiciales militares franquistas relativos a Extremadura que, desde el año 2009, se encontraban en el Archivo General e Histórico de Madrid. Estas fuentes, entre otras, nos permitieron hacer un estudio mucho más completo y profundo sobre la represión judicial en nuestra provincia.

¿Qué objetivos ha perseguido con este libro?

Dos, los mismos que ha perseguido toda la actividad del PREMHEX. El primero ha sido contribuir, ampliar y complementar los estudios que sobre la Guerra Civil y el Franquismo existían, tanto a nivel regional como nacional. Aportar, con este trabajo, al conocimiento de las consecuencias que el conflicto bélico y la dictadura tuvieron en nuestra región y en nuestra provincia. Y el segundo: ser respuesta a la demanda ciudadana que existe por conocer nuestra historia más inmediata y saber qué pasó con sus familiares represaliados.

¿Cuánto tiempo le llevó y con quién más trabajó?

Pues la recopilación del grueso de los datos que se muestran en el trabajo la hicimos entre 2007 y 2013. No obstante, la consulta, vaciado y registro de toda la información existente sobre represaliados extremeños en cada una de las modalidades represivas estudiadas en el PREMHEX (violencia irregular, judicial, penitenciaria, Responsabilidades Políticas, etc.) se inició en 2003, año en que comenzó a funcionar este proyecto. Eran muchos los archivos y centros que debíamos visitar y numerosa la documentación a consultar. Visitamos tanto archivos nacionales (Archivo Histórico Nacional, Archivo General de la Administración, Centro Documental de la Memoria Histórica, Archivo General Militar de Ávila, Archivo General de Guadalajara, Archivo del Tribunal Territorial II de Sevilla, etc.), como provinciales (los archivos históricos provinciales de Badajoz y Cáceres, Archivo del Juzgado de Instrucción I de Almendralejo) y locales (todos los Registros Civiles, archivos municipales de numerosos pueblos, etc.). Y gracias a estas visitas, hemos podido documentar de forma profusa las consecuencias de la guerra y posguerra en nuestra región y, en concreto, en la provincia de Badajoz, cumpliendo los dos objetivos antes mencionados. Indudablemente, he trabajado muchísimo en cada uno durante seis largos años. Al igual que nos han aportado muchísimo también la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura, las asociaciones memorialistas locales y todos aquellos que han aportado su testimonio, a los que les debemos agradecer enormemente su valentía y lo mucho que nos han ayudado.

¿Por qué concreta el periodo de 1937-1950 y no antes o después, ¿o es que no hubo represión fuera de este periodo que refiere?

Claro que la hubo. La violencia franquista comenzó a practicarse en el mismo momento en que las columnas africanistas, que venían desde Sevilla en su camino a Madrid, entraron en la provincia de Badajoz. En los meses de agosto-noviembre, muchísimos extremeños murieron asesinados en ambas provincias por las fuerzas militares sublevadas y sus apoyos sociales a través de fusilamientos irregulares, sin juicio previo. En cuanto a la justicia militar y los tribunales militares que la aplicaron, en Cáceres comenzaron a funcionar desde agosto de 1936; sin embargo, en la provincia pacense no fue hasta inicios de 1937 cuando se instauraron estos Consejos de Guerra, ya controlada la parte Oeste de la misma. Desde febrero-marzo de ese año, comenzaron a juzgar a los detenidos por Rebelión Militar. Franco hizo extensible el uso de los Consejos en el territorio ocupado en noviembre de 1936 cuando, ante las puertas de Madrid y constatando su dura defensa por las posiciones republicanas, se dio cuenta que la guerra iba a ser larga. As, comenzó a utilizar la justicia militar, la suya, como mecanismo represivo para castigar y condenar a aquellos que se opusieron al golpe militar y apoyaron al gobierno republicano, dándole la vuelta completamente al concepto de Rebelión.

¿Cómo una persona interesada puede hacerse del libro?

Deben ponerse en contacto con el PREMHEX (llamada o vía email), los cuales les enviarán un ejemplar de mi libro como el de Javier Martín Bastos sobre todas las muertes registradas durante la guerra y posguerra (Badajoz: tierra quemada. Muertes a causa de la represión franquista 1936-1950).

¿Por qué en esta provincia hubo tanta represión, a qué cree que se debe?

Desde mi opinión, a varios factores que serían imposibles explicar cómo se merecen aquí por el límite de espacio. Las diferentes aptitudes ante el golpe en ambas provincias marcaron el ritmo de la represión en ellas. Cáceres fue controlada y dominada desde el minuto cero por las autoridades militares y civiles que apoyaron la insurrección. En Badajoz, el golpe fracasó en la mayoría de su territorio (exceptuando ciertas localidades donde los partidarios del golpe se hicieron con el pueblo aunque fueron sofocados) y se mantuvieron leales al gobierno republicano. Una actitud que pagarían muy caro. Las tropas sublevadas que subían desde Sevilla por la Ruta de la Plata hasta Mérida y Badajoz primeramente, pero con la vista puesta en Madrid, arrasaron la tierra por la que pasaron. Igualmente, dejaron instrucciones muy precisas de cómo mantener el control de la misma a las gestoras sublevadas que dejaron en los pueblos.

Badajoz se había caracterizado por ser una provincia donde la mayoría de la gente subsistía a través del trabajo de sus manos. Con una base agraria donde la propiedad de la tierra se concentraba en unas pocas manos, existía una gran masa campesina asalariada y jornalera subyugada a esa élite caciquil. Una masa politizada y partidaria de las medidas reformistas de la II República (no sólo económicas, como la Reforma Agraria, sino también laborales, sociales, políticas, educacionales). Muchos de estos hombres y mujeres de clase obrera formaron parte, junto con la intelectualidad republicana, de la estructura política reformista, a nivel local y provincial, pagando con su vida esos sueños y deseos.

La represión no fue un acto consecuente a la guerra ni espontáneo. Días antes del golpe, con las famosas Instrucciones secretas que se mandaron a las unidades militares comprometidas con la insurrección, se indicaba que la acción había de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo. Y bajo esta premisa, los sublevados detuvieron, asesinaron, juzgaron, condenaron, encarcelaron en prisiones, campos de concentración y Batallones de Trabajos Forzados, incautaron casas y bienes, vejaron y controlaron a los que se habían opuesto al golpe y eran partidarios de un gobierno legítimo, constitucional y legal como fue la II República.

¿Y también por qué en Guareña fue tan violenta?

Influyen varios factores. En Guareña, el ayuntamiento republicano emergente se opuso al golpe de estado cuando éste fue dado en julio de ese año. El Comité de Defensa, que comenzó a funcionar en el pueblo tras la sublevación, gestionó la vida y la defensa de la localidad. Por ello, se encarceló a los vecinos derechistas que podrían secundar la insurrección y se sofocó cualquier intento de apoyo al levantamiento. La mayoría de estos comités estaban formados por dirigentes políticos y sindicales locales, así como por militantes y simpatizantes de las agrupaciones políticas. El formar parte del Ayuntamiento republicano, de partidos y sindicatos izquierdistas y de los Comités se castigó con las penas más severas. El Comité de Guareña lo integraron veintiún hombres. Muchos de ellos huyeron ante la ocupación del pueblo y cuando regresaron al terminar la guerra, fueron detenidos y juzgados. Diez de ellos fueron sentenciados a pena capital por Rebelión Militar y ejecutados. Otro factor de peso que influyó de forma determinante en la represión franquista en Guareña fue la trágica muerte de 78 derechistas momentos antes de la toma del pueblo en septiembre de 1936. Esta violencia republicana fue severamente castigada por los sublevados con condenas de muerte y reclusión mayor. Una respuesta vengativa muy desproporcionada en el fondo pues la acusaciones hechas en los Consejos sobre la participación de estos procesados en dichos hechos violentos se fundamentó, en gran parte de los casos, en rumores y denuncias intencionadas, sin haber sido probadas.

¿Podría darnos cifras en Guareña, de represaliados, muertes, consejos de guerra...?

La mayoría de los 55 fusilamientos irregulares documentados, que es la denominación dada a los asesinatos realizado sin juicio previo y con total impunidad por las fuerzas franquistas, se concentraron entre los meses de septiembre y octubre de 1936, aunque hemos registrado también, de forma puntual, víctimas de estos paseos hasta 1940. Con respecto a la justicia militar, hemos documentado 245 guareñenses juzgados en Consejo de Guerra. De éstos, 94 fueron sentenciados a pena de muerte (siendo ejecutados 68 de ellos); 133 obtuvieron condenas de reclusión (entre 30 y 12 años), y sólo 18 fueron absueltos. El 93% de todos estos procesados obtuvieron condenas severas de muerte o prisión y, en su mayoría, fueron juzgados una vez terminó la guerra: entre 1940 y 1942.

En relación a los prisioneros y detenidos, la cifra es elevada, pasando éstos por los tribunales militares posteriormente. Sí que hemos documentado cerca de una treintena de vecinos que murieron en los presidios franquistas. Muertes a consecuencia de las inefables e inhumanas condiciones de vida en ellos (falta de salubridad, nula asistencia médica, mala alimentación, enfermedades infecciosas, etc.). Y otro tanto de ellos pasaron por los Tribunales de Responsabilidades Políticas, siendo condenado a multas o inhabilitación de cargos y empleo por su vinculación con la República.

¿Cómo una persona puede hacerse de un consejo de guerra?

Debe dirigirse al Archivo General e Histórico de Madrid, dependiente del Ministerio de Defensa y ubicado en el barrio de Moncloa. En este centro están todos los expedientes judiciales de aquellos que pasaron por los Consejos de Guerra, dependientes su jurisdicción del Tribunal Militar Territorial I. Si se desea saber o tener copia del consejo de un represaliado, debe hacerse una petición bien online, a través del correo electrónico de este archivo; o bien in situ, dirigiéndose en persona al mismo y pudiendo consultarse el expediente en la sala de Investigadores.

¿Cuál es el perfil de un represaliado tanto de un bando como de otro?

En relación a la represión republicana, solían ser personas con cierto poder adquisitivo, religiosos y propietarios de fincas de explotación o/y aquellos dirigentes y vinculados a partidos de derecha que apoyaron, en muchos casos, el golpe militar.

En cuanto a la represión franquista, eran hombres y mujeres de entre 20 y 45 años, con participación en la política local, ocupando cargos de dirección como alcaldes, concejales, presidentes de las Casas del Pueblo, de Izquierda Republicana, etc. También existen en la nómina de sentenciados, partidarios y simpatizantes del ideal republicano. En suma, cualquiera que hubiese tenido alguna vinculación con la República, fuese en el grado que fuese (desde alcaldes hasta militantes, simpatizantes o alguien que simplemente hubiese ido a alguna manifestación), podía pasar por un Consejo de Guerra. Indudablemente, en la severidad de la pena sntenciada intervenían la consideración de importancia de los delitos acusados y la implicación del juzgado en la causa republicana. Igualmente fueron procesados y juzgados, familiares de dirigentes y significados republicanos extremeños, importantes tanto a nivel local como provincial.

Cuéntenos cómo fue la represión en la mujer en el periodo que refiere.

La mujer fue represaliada doblemente: por ser vencida y por ser mujer. El salir de la esfera privada y doméstica al ámbito público y político que la mujer experimentó durante la II República, con la conquista de derechos sociales y libertades, fue duramente castigada por el Franquismo, totalmente contrario, en su ideología reaccionaria, a la incorporación de ésta al mundo político, laboral, social y de pleno derecho. El ideal tradicional, católico y conservador de lo que debía ser una buena mujer, dedicada al cuidado del hogar y del hombre, castigó la libertad y liberación de la mujer republicana. Así, mujeres políticas, dirigentes e intelectuales, mujeres concejalas, maestras, luchadoras, mujeres con un fuerte compromiso social fueron represaliadas, muchas de ellas sentenciadas a penas de muerte y reclusión. Al igual que lo fueron mujeres que eran familiares de represaliados.

Y es que la mujer fue sujeto y objeto de la represión franquista. Sujeto por sufrir de forma directa la violencia, y objeto por ser la muestra donde visibilizar la represión ejercida, así como el recordatorio de la dureza, inflexibilidad e impunidad del castigo que el régimen imponía a los enemigos. Muchas de ellas fueron las protagonistas de una violencia cotidiana, con continuas humillaciones, vejaciones, pelados e ingesta de purgantes, etc.

En su conferencia en Guareña dijo que la persona represaliada era aquella que tuvo cierta participación o implicación política en organizaciones y agrupaciones de izquierda, ¿pero quien no tuvo implicación y fue condenado o asesinado, por qué le sucedió esto?

Las personas con una mayor implicación en la política local, como alcaldes y concejales, o en los partidos políticos izquierdistas sufrieron las condenas más severas (muerte y reclusión). No obstante, la identificación con los ideales republicanos y la participación, en el grado que fuese (tanto el presidente de un partido político como un simple militante), en el mantenimiento del control republicano y su actuación contra el golpe hizo que más de dos centenares de guareñenses pasaran por los tribunales militares, condenando su actuación y su actitud. El hacer guardias de vigilancias o requisas por orden de los Comités, e incluso haber asistido a mítines y manifestaciones antes del levantamiento, fue juzgado y sentenciado.

¿La represión franquista en Guareña pudo responder a ocupaciones de tierras, que no se si las hubo, antes del golpe?

En el caso de Guareña y en cuanto a la represión judicial, no he encontrado en ninguna de las casi 300 sentencias consultadas referencia a estas ocupaciones. No obstante, en Extremadura, muchos de los que participaron en estas acciones en otras localidades fueron ejecutados, sobre todo en los meses de verano de 1936. Posiblemente, numerosos dirigentes y líderes obreros y políticos que sí protagonizaron estas ocupaciones fueron eliminados en esa primera oleada represiva llevada a cabo al compás de la subida de las tropas franquistas por la provincia entre agosto y octubre de ese año.

¿Ha conseguido testimonios en su trabajo de ambos bandos?

Pues sobre todo de afectados por la represión franquista. Para nosotros es muy importante el testimonio de todos ellos. Nos posibilita poder contractarlos con la documentación oficial que consultamos y además nos muestran otras características que no vienen en los papeles: cómo se vivió la represión, que trauma generó y el peso que dejó. El testimonio es vital porque, en ocasiones, nos dan nombres e historias de represaliados que no aparecen inscritos en ningún archivo consultado. Usando una metodología científica a la hora de recoger estos testimonios, los confrontamos con las fuentes escritas y nos ayudan a completar y complementar la reconstrucción de la Historia y la Memoria. La importancia de la Historia Oral es prioritaria. Estos testimonios recogidos bien han sido de represaliados directos que aún vivían, como, sobre todo, de familias de estos represaliados a las que consideramos también víctimas subsidiarias de la violencia del Franquismo.

¿Qué conclusión saca una historiadora investigadora de una guerra civil?

A través de la investigación realizada sobre los efectos de la aplicación de la Justicia Militar en Badajoz, he obtenido conclusiones de importancia. Las que junto con las obtenidas en el estudio de las consecuencias de la Guerra Civil y Franquismo en la región desarrolladas por el PREMHEX, nos exponen un hecho de relevancia: la provincia de Badajoz es una de las más afectadas de toda España, por detrás de Sevilla.

El estudio del impacto de la represión franquista en la provincia y de las características y particularidades que la violencia sublevada tuvo en nuestra provincia nos ha permitido definir un modelo propio ejecutado en Badajoz. Un patrón que ha sido comparado con los estudios existentes en esta materia tanto dentro de la región (con Cáceres), como de fuera de Extremadura.

Del mismo modo, he podido calibrar que si bien los Consejos de Guerra, en ocasiones, responden de forma desproporcionada y vengativa a la violencia republicana. No obstante, la mayoría busca la eliminación, castigo y condena de todo enemigo político y social. Algo que demuestra que en pueblos donde no hubo asesinatos de derechistas, sí hubo un considerable número de sus vecinos que fueron represaliados de un modo u otro. También, puedo indicar que la población contra la que fue la justicia militar estaba clara: la masa campesina politizada.

Y para concluir, debo mencionar que este trabajo ha sigo guiado por mi deseo, como historiadora, de reconstruir la Historia y la Memoria, de ser una contribución al conocimiento, ser un compromiso social y ser respuesta a la demanda social.

¿Quiere añadir algo que interese saber la ciudadanía de Guareña?

Ha sido para mí un privilegio haber sido invitada a Guareña para explicar y exponer tanto mi trabajo como el que realizamos y sigue realizándose en el PREMHEX y que les agradezco muchísimo el interés y el haberme sentido tan a gusto.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy 245 guareñenses fueron juzgados en Consejos de Guerra y de éstos, 94 fueron sentenciados a pena de muerte