

PEDRO FERNÁNDEZ LOZANO
Viernes, 6 de enero 2017, 02:26
Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar, un año más, llegaron a Guareña en la Cabalgata de Reyes organizada por el Ayuntamiento de Guareña y ante la alegría de niños y mayores, recorrieron las calles de la localidad con absoluta normalidad hasta llegar al Belén Viviente del parque El Pilar.
La cabalgata salió a la hora programada de las 17.00 horas desde la calle Alberquilla, formada por nueve carrozas, incluidas las tres de los Reyes Magos. Abría la comitiva Navidad en la montaña, una carroza diseñada y elaborada por el Ampa del colegio San Gregorio, le siguió El bosque helado, La colmena feliz, las tres carrozas de Sus Majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar, El circo en Navidad, Nacimiento de Jesús, y Sonigu.
La cabalgata continuó por Rafael Alberti, San Gregorio, Nueva, Medellín, Castillejos, Santa María, Derecha, Plaza Vieja, Fuentes, Arroyo, Luis Cernuda, Luis Chamizo, Espronceda, Arroyo, y Avenida de la Constitución. En todo momento el séquito Real y el resto de carrozas fueron bien protegidos y conducidos por la policía local y protección civil.
Los Magos de Oriente llegaron al Portal Viviente organizado por Inquiba con un gran despliegue de personajes bíblicos y escenas de pastores, la Anunciación, templos, castillo de Herodes, castañeros, lavanderas todo el parque del Pilar era simulado a la aldea de Belén que tenía como centro el Nacimiento. Hasta la llegada de los Reyes el escenario y la espera estuvo amenizada por la agrupación musical de Al compás de la Rosa.
Melchor, Gaspar y Baltasar no pararon de saludar a niños, niñas, mayores, padres todo aquel que se encontraban a su paso, pero especialmente los niños más pequeños, arrojando caramelos a diestra y siniestra. Bajaron de sus respectivas carrozas muy protegidos por personal de la Casa de la Cultura, recorrieron todo el escenario hasta llegar al Nacimiento.
Melchor, en nombre de sus inseparables hermanos, Gaspar y Baltasar, fue el primero en pisar el Portal y encontró al Niño con María, su madre, y José, postrándose cada Rey lo adoraron y ofrecieron unos presentes. Melchor, entregó un cofre con oro, Gaspar, incienso, y Baltasar ofreció mirra. El Rey de la barba blanca tomó la palabra ante la presencia de mucho público. Contó a los niños y mayores que venían cansados, que debían acostarse pronto y no olvidarse de dejar algo para retomar fuerzas que les sirviera para repartir muchos regalos. Melchor recordó a los niños que jugaran mucho con sus regalos en los parques de Guareña. Y también les dijo que se acordaran de que muchos niños en el mundo no pueden disfrutar como los niños de Guareña. Se despidieron porque la noche les sería muy larga.
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