

PEDRO FERNÁNDEZ LOZANO
Jueves, 30 de agosto 2018, 10:56
El pasado lunes 27 de agosto, sobre las 22.30 horas, se produjo un incendio en una cocina de la vivienda situada en el número 4-1º de la calle Grande, de Guareña. Al parecer una vela encendida pudo ser la causa que prendiese botellas de plásticos muy cercanas a la llama, pero aún no se sabe exactamente el origen del incendio hasta que el peritaje lo aclare esta tarde en el domicilio del suceso. No afectó a personas que lamentar y sí a muchos enseres que ocupaban el espacio de la cocina, toda ella quemada: Muebles, sillones, mesas, frigoríficos, vajillas, techos, etcétera. El vecino de la vivienda es una persona muy conocida en la localidad, Nicolás López Prieto (quien fuera alcalde de Guareña en la legislatura 1991-1995 por el PIG), hoy jubilado. Agradece las muestras de solidaridad y valentía que demostraron vecinos muy cercanos a su domicilio, también familiares y sobre todo los agentes de la policía local. Todos ellos consiguieron controlar las llamas hasta sofocar el incendio de la cocina de Nico y su esposa Josefina.
En su Doctrina Secreta, Madame Blavatsky, asegura que el fuego es un "principio divino" y no simplemente un elemento más de la naturaleza- y que la llama que vemos ascender actúa como vehículo del Espíritu Supremo. Ninguna definición nos resulta más adecuada que la expuesta por Blavatsky, para hacernos eco de esta noticia y de la realización de plegarias, rituales, y actos mágicos que todavía se hacen con velas, pues la llama de éstas "nos conducirá directamente al Supremo para que se hagan realidad nuestros deseos", sostiene esta mujer ucraniana escritora, ocultista y teósofa. Y es que el fuego puede considerarse el fenómeno más directamente asociado a lo sagrado: desde tiempos prehistóricos ha tenido un lugar especial en las religiones y se lo ha relacionado de manera directa con el Sol como fuente de poder y símbolo de la divinidad.
En la actualidad, puede decirse que las velas ya incorporadas a nuestra vida cotidiana como un objeto más de nuestra cultura- son los elementos por excelencia que reúnen las propiedades positivas y el valor del fuego en la pequeña llama que se eleva al infinito. Por eso, mucha gente enciende velas para orar, para pedir por un enfermo, para obtener protección, para la buena suerte... No se necesita saber demasiado acerca de las velas para usarlas: muchas veces se compran sencillamente porque gustan o para adornar un ambiente o para preparar una mesa especial para la cena. Y todo esto que contamos ocurrió la noche del pasado lunes 27 de agosto cuando la esposa de Nico, encendió una vela porque su nieto había sido llevado a urgencia por dolores en el vientre a consecuencia de ganglios intestinales por una infección, según explicó el padre de la criatura. La familia del niño le llevaron al Hospital de Mérida sobre las 22.00 horas y estuvo siendo atendido con pruebas hasta las cerca de las 3.30 horas de la madrugada. Con lo que su abuela encendió una vela por el nieto para que sanase lo antes posible.
Vela encendida al lado de botellas de plástico
La vela fue encendida en la cocina encima de un frigorífico y había botellas de plástico muy cercanas, según explica Nicolás López; pero que, no asegura fuese el origen del incendio. El matrimonio estaba tomando el fresco a los pies de su vivienda. En un momento la mujer subió las escaleras porque olía algo extraño y es entonces cuando vio llamaradas que salían por la ventana de la cocina, llamó a su marido y cundió el pánico por sofocar el incendio que provenía del interior de la cocina. Rápidamente la alarma se extendió por la vecindad y acudieron rápidamente los agentes de la policía local del ayuntamiento de Guareña, familiares y vecinos que, valientes todos, se enfrentaron a altas temperaturas que generaba el fuego de la cocina. Consiguieron controlarlo con extintores y agua, y el suceso se quedó en susto.
Nicolás López tuvo que ser llevado y atendido en el Centro de Salud para recuperar oxígeno durante una media hora por los gases tóxicos ingeridos en el incendio de su casa.
Agradecimientos
Ahora más tranquilo, López Prieto desea que su casa vuelva a la normalidad, que se limpie todo, que el perito de su aseguradora de la vivienda valore a partir de esta tarde a las cuatro todo cuando haya sido afectado, y nada más que le queda y no se cansa de repetir "Gracias a todos por ayudarme; se han portado como jabatos, muy bien todos, la policía local de nuestro pueblo, vecinos jóvenes, mis familiares estamos muy agradecidos porque entre todos apagaron el fuego". Y el nieto también se recupera de sus molestias intestinales.
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