Antonio Parra se jubiló y se convierte en el policía local con más años de servicio en Extremadura, 42 años

Decenas de personas entre familiares, amigos, compañeros y miembros de la corporación local recibieron al homenajeado en un acto sorpresa como viene siendo habitual en las últimas jubilaciones de policías locales.

Le ofrecieron un vídeo donde pudo verse todo el camino de policía local en Guareña, seguido de intervenciones por parte del alcalde, Abel González; la directora de Emergencias y Protección Civil, Nieves Villar; y la concejala de Régimen Interior y Seguridad Ciudadana en el ayuntamiento de Guareña, Marisol Heras. También intervinieron compañeros del cuerpo como el jefe de policía local, Juan Cuéllar, y el agente Luis Malfeitos. De igual forma se leyeron los deseos de los grupos municipales PP, IU y PCG, quienes excusaron su ausencia por motivos laborales.

El homenajeado recibió una placa conmemorativa del consistorio municipal, así como obsequios por parte de sus compañeros policías locales. Antonio Parra concluyó el acto agradeciendo las palabras y presencia de todos.

Antonio Parra nació en la calle Medellín, número 51, de la localidad. Sus padres, Juan Francisco y Rosalía, dedicados al campo y a las faenas de casa, criaron seis hijos. Antonio es el primero de seis hermanos, le siguen Felipe, Lorenzo, María José, Juan Francisco y María del Pilar, por este orden en edad.

Nuestro protagonista comenzó a trabajar en las tareas agrarias por cuenta ajena, también en la construcción dos años en Madrid. Hizo el servicio militar, primero campamento en Alcalá de Henares, y después en Ciudad Real. Y el 23 de febrero de 1976 entra en la policía local del ayuntamiento de Guareña junto con Antonio Menayo y Juan Palma, "dos meses después entró Ramón y luego Tomás", recuerda Parra.

En todo este tiempo ha tenido por jefes de la policía a Juan Zamora, Valentín Zambrano y Juan Cuéllar. Cuenta que al principio no había móviles como ahora, "las guardias las hacíamos a pie, nos comunicábamos por el único teléfono en la gasolinera con el ayuntamiento".

Comenzó con la dictadura, conoció la transición y se jubiló con el actual sistema democrático. En este tiempo ha conocido a los alcaldes Víctor Mediero, Fernando Fernández, Plácido Rueda, Nicolás López, de nuevo Fernando, Rafael Carballo, y el actual Abel González.

Antonio se casó con Antonia Caballero el 20 de junio de 1976 y fruto de su matrimonio tuvieron una hija, Rosa María.

Ahora cuando ya saborea la jubilación recuerda el momento duro de la pérdida de Antonio Menayo, "le recuerdo más que un amigo, fue un buen compañero". Su diario ahora pasa por el descanso merecido, la lectura, ayudas en las tareas de casa, de sus dos nietos y familia, tras más de 42 de servicio en la policía local.