Cuatro páginas dedicada al Turuñuelo en la famosa revista international. Pedro Fernández
ARQUEOLOGÍA

La prestigiosa revista 'Historia National Geographic' se hace eco del Turuñuelo

Recoge resumidamente la historia del yacimiento y sus descubrimientos cronológicamente desde 2014 hasta 2018. Está escrito por los directores de la excavación, Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, y desvelan que el túmulo aún esconde sorpresas.

Domingo, 13 de diciembre 2020, 10:19

La prestigiosa revista National Geographic recoge en su número 204 de Historia, el artículo titulado 'El Turuñuelo, un testimonio del final de Tarteso', escrito por los directores de la excavación, Sebastián Celestino y Esther Rodríguez. Ambos recogen resumidamente la historia del yacimiento y sus descubrimientos cronológicamente desde 2014 hasta 2018.

La revista famosa se distribuye mensualmente en 32 lenguas en todo el mundo. Su tirada es cercana a los nueve millones (la que se suma a los quince millones de ejemplares entregados en hogares cada mes). Dicha revista contiene artículos acerca de geografía, ciencia, historia, cultura, eventos actuales y fotografía. Excelentes imágenes.

Panorámica del área excavada y con explicaciones de cada estancia. Construyendo Tarteso

En este último número de la revista National la historia del Turuñuelo de Guareña en medio de otros artículos brillantes, sorprendentes que atraen la atención de los curiosos en todo el mundo…; el Turuñuelo entre 88 nuevos sarcófagos intactos aparecidos en Saqqara, un geoglifo sobre la figura de un felino en Nazca, la sordera de Beethoven que no le impidió crear sus grandes obras, la lucha contra viento y marea de Cleopatra con su hermano para hacerse con el poder, enigmas sobre el nacimiento de Jesús, el canal persa de Jerjes desaparecido y de cuya existencia se dudó, luces y sombras de emperadores de Roma, la maravilla de la abadía gótica francesa de El Mont Saint-Michel, las plagas de la conquista de América que llevaron los europeos de enfermedades infecciosas y que diezmaron a las poblaciones indígenas, y el detective más famoso de la historia Sherlock Holmes. Todo esto y el Turuñuelo como remate en la National Geographic.

Informan los arqueólogos extremeños que entre finales del siglo V y comienzos del siglo IV a.C. fueron destruidos ritualmente y sellados una serie de edificios monumentales situados en el curso medio del Guadiana. «Como único testimonio de su presencia quedaron en algunos casos túmulos», dicen los directores del yacimiento referidos a los montículos artificiales que se ven desde bien lejos, bajo los cuales yacen restos arquitectónicos. En mayo de 2014 se eligió el montículo de la finca de Casas del Turuñuelo, en el término municipal de Guareña, para realizar un sondeo. Los trabajos planeados para una semana se alargaron casi un mes. La magnitud del túmulo, la envergadura de la edificación de sus muros que afloraban y la riqueza del material descubierto, los arqueólogos solicitaron en 2015 a la Junta permiso para una excavación más amplia.

Los arqueólogos trabajando en el sacrificio de animales aparecidos en el patio. Construyendo tarteso

Y comienzan los arqueólogos a contar las sorpresas que fueron apareciendo. Se asombraban Sebastián y Esther de todo cuanto escarbaban. Salió a la luz la Estancia 100 de 70 m2 donde se había levantado un altar en forma de piel de toro, característico de los santuarios tartésicos; 200 platos y una caja de marfil que guardaba cuentas de un collar de vidrio; una bañera esculpida sobre mortero de cal; en esta estancia arrancaba una bóveda de ladrillo nunca visto antes de los romanos; se excava la 'habitación del banquete' donde aparece un rico ajuar con bronces, hierros y cerámica de alta calidad; una escalinata de casi tres metros de altura con once peldaños, con mortero de cal los seis inferiores y losas de pizarra sobre adobe los restantes; un patio de casi 125 m2 ocupado por medio centenar de animales «sacrificados»; vidrios procedentes de Macedonia y el área cartaginesa; un completo sistema de pesas de bronce y una escultura hecha en mármol «de las canteras del monte Pentélico, junto a Atenas, cuyo pedestal conservaba restos del azul egipcio con que estuvo pintado»; un ancho pasillo con grandes lajas de pizarra que atravesaba el patio hasta una puerta monumental de cinco metros de ancho, «que debió ser la entrada principal al edificio y fue derribada tras el sacrificio de los animales», los arqueólogos aún han de cruzar este umbral; restos fragmentos de ánforas; semillas de cebada; restos humanos de un hombre que yacía junto a una puerta tapiada; y tres braseros de bronce.

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Sarcófago o bañera aparecida en la Estancia 100 de 1,53 m de largo por 0,46 de ancho. Construyendo tarteso

Los animales se están estudiando «para entender el significado de tan extraordinaria hecatombe», al tiempo que se analiza el cadáver de los restos humanos aparecidos. También las novedosas técnicas constructivas. La complejidad de estas tareas, mientras el yacimiento permanece cerrado hasta que el litigio se resuelva entre la propiedad y la administración, en 2018, los directores reciben el Premio Nacional de Arqueología y Paleontología de la Fundación Palarq al proyecto 'Construyendo Tarteso'.

Sebastián Celestino y Esther Rodríguez aseguran que el túmulo abierto, pero tapado aún, «todavía esconde sorpresas que ayudarán a desvelar el verdadero uso de esta construcción», según dicen en la National de Historia, cuya portada de la revista aún contiene su inicial borde amarillo, como logotipo de la firma.

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