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Viernes, 23 de agosto 2024
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Guareña vivió el 21 de agosto, coincidiendo en su primer día de Feria, el estreno de 'Ifigenia'. Al día siguiente, la mañana fue de comentarios sobre esta obra de teatro. Muchos vecinos estuvieron presentes en las gradas del Teatro Romano de Mérida presenciando el estreno de un texto dramático de Silvia Zarco que, visto lo visto, aún se revaloriza más. Una brillante dirección de Eva Romero que vuelve a triunfar sobre el milenario escenario y que nos va acostumbrando al disfrute del teatro clásico y a la tragedia griega de los grandes dramaturgos. Y una apuesta valiente de la productora Maribel Mesón. Casi ná el trío de mujeres…
La compañía está feliz por las felicitaciones que recibieron los actores, y siguen recibiendo por guasá, llamadas de teléfono, besos, apretones de manos, abrazos… «Estamos muy felices y orgullosos», dice contenta Eva.
Y es que todo empezó con el valiente héroe Aquiles (Néstor Rubio), pretendiente para casarse con Ifigenia (Laura Moreira). Los dos rompieron el hielo de salir a escena en un estreno donde las mariposas revolotean en los estómagos de los actores, y más cuando se pisa la arena de este teatro promovido por el cónsul Marco Vipsanio Agripa, inaugurado hacia los años 16-15 a.C. Dos mil treinta y ocho años después la tragedia griega volvió a la que fue colonia romana de Augusta Emérita, hoy Mérida, de la mano de Silvia, Eva y Maribel.
La escenografía de Elisa Sanz, con ayuda de Fran Patrón, con rocas sobre la playa, unas veces de Grecia y otras de Asia Menor, y las aguas de por medio del Mar Egeo, centraban el cuadro de la escena y el público se metió dentro de la obra. Y en esto entró el rey Agamenón (Juanjo Artero) que habla con Ulises (Alberto Barahona) que le falla el sonido de micro o le guarda una mala pasada por los sudores propios del directo hasta arreglarse en la segunda entrada a escena de Ulises. También entra el anciano esclavo de Agamenón, representado por Rubén Lanchazo. Y comienza la trama de la tragedia cuando Agamenón anuncia la muerte de su hija Ifigenia (Laura Moreira) y Clitemnestra (mítica reina consorte de Micenas y también madre de Electra y Orestes, representada por Beli Cienfuegos) ordena a su esposo que no la mate. Sólo Aquiles se opone a que mate a Ifigenia. Y culmina la orden de Agamenón para sacrificar a su hija con ayuda de los fuertes guerreros (actores de la escuela municipal de teatro de Guareña, José Antonio García y Fernando López). Así se convierte el suceso como la primera muerte violenta de una mujer en la literatura occidental.
Agamenón lo tenía todo preparado para arrasar Troya, pero comete el error de matar a una cierva blanca sagrada. La diosa Artemisa se ofende y lo amenaza con no hacer soplar los vientos que lleve sus naves a Troya si no sacrifica a su hija Ifigenia. Agamenón intenta solucionarlo y avisa a su hija, pero el ejército lo obliga. La otra opción del rey griego es no matar a Ifigenia, pero en ese caso matarían a toda su familia, a sus hijos, a su mujer y a él. Con este sufrimiento comienza la obra.
El sonido de las aguas del Egeo se oye sobre el teatro romano. El público se mete aún más en la costa de Troya. Se mete en la guerra. Incluso en las naves griegas. Termina la guerra con la muerte de Aquiles. Los griegos vencen a los troyanos, pero esto no basta...
Entra fuerte Hécuba (María Garralón) y más mujeres, Políxena (hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya, representada por Nuria Cuadrado). De nuevo el sufrimiento de una madre y su hija. Hécuba presencia el sacrificio de su hija Políxena para honrar la tumba de Aquiles. También pierde a su hijo pequeño, Poliméstor, y se venga. Busca su justicia.
Brillante papel hace el coro y furias, representado por Cati Fernández, Guadalupe Gutiérrez y Teresa Maraña. También Maite Vallecillo representó a Corifeo, así como el coro de Furia. Sin olvidarse de la actriz Gara Suárez que representó a Ifigenia la pequeña.
También Clitemnestra busca su justicia cuando Agamenón regresa a Micenas, a su casa, dándole muerte. Y rompe el público en aplausos.
El final no es la venganza. Lo que quieren las mujeres, incluso después de muertas, es que su voz no quede en el olvido porque ellas siguen existiendo, están en demasiados lugares, en todas las épocas. Su voz es su justicia.
Otra de las reflexiones que la obra invita a pensar, según Artero, y así lo cuenta: «Antes, para solucionar las cosas se sacrificaba a una niña o a una mujer. En estas tres tragedias en la que está inspirada nuestra obra, se ve que no hemos avanzado nada respecto de la época de los griegos. Vamos a peor. Antes se hacía por Zeus y ahora se hace por don dinero, que es el interés mayor que funciona en el mundo. Hay que cambiarlo».
'Ifigenia' es el último montaje de la 70 edición del Festival de Mérida que acaba este domingo. Pura y dura tragedia vivieron muchos vecinos de Guareña anteanoche en el teatro emeritense con una brillante actuación de una compañía llena de extremeños, de guareñenses y destacada actuación de Juanjo Artero y María Garralón que gustó a los presentes, con muy buena entrada que rozó el completo.
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