

Era el primer concurso de tortilla de patatas de la feria de mayo. El ayuntamiento, a través de su concejalía de Festejos, convocaba la primera edición de este concurso entre los vecinos y visitantes de la localidad. No tuvo mucha aceptación de participantes. Tan sólo seis. Pero resultó riquísima y apetecible la convocatoria que tuvo un resultado de seis sabrosas tortillas el pasado domingo 12 de mayo.
Al concurso sólo podría presentarse una tortilla por participante que debería haberse elaborado con un mínimo de 6 huevos. Cada tortilla debería tener como ingredientes básicos el huevo y la patata, aunque también vital el aceite de oliva virgen. A estos tres componentes se podrían añadir: sal, cebolla, pimiento, etc.
Las seis tortillas se presentaron en la caseta municipal a las 12.00 horas. Y allí estaba el jurado compuesto por seis personas (cuatro mujeres y dos hombres) que cataron cada tortilla y valoraron su sabor, textura, creatividad y presencia.
Premiados
El ganador del concurso fue una grandiosa tortilla. La más grande de las que se presentaron, elaborada por Santiago Orozco Béjar. En segundo lugar quedó una tortilla con cuatro vasitos a su alrededor que contenía alioli, elaborada por Manoli Juez Álvarez. Y en tercer lugar una tortilla rodeada de gazpacho (salmorejo), elaborada por Francisco José Cáceres Collado.
Los tres ganadores recibieron sendos premios por parte del concejal de Festejos, Rubén Martín, que, satisfecho con la experiencia esperaba mayor participación.
La tortilla con más huevos
El ganador, Santiago Orozco, declaró a HOY Guareña que dedicó mucho tiempo a elaborar su tortilla, «me he tirado haciéndola dos horas, hay que echar tiempo, pelar patatas, mucha fuerza para darle la vuelta porque es muy gorda, pero el resultado ha sido bueno», dijo. La elaboración de su tortilla contenía 20 huevos, 7 kilos de patatas, 7 cebollas, sal y aceite de oliva virgen extra de la cooperativa del campo San Pedro. Orozco reconocer ser cocinilla, le gusta los fogones, «hago tartas, calderetas… hago comidas, sí, me gusta…», y lo hace porque le gusta. «No tengo títulos, lo hago como hobby… me gusta mucho», decía satisfecho después de haber ganado el concurso.
Todas las tortillas se dieron a degustar por los presentes y no se dejó rastro de ninguna de ellas. Se comieron todas las tortillas, no sólo por lo gustosa que estaban sino por la hora que era. Y ganó el concurso, merecidamente, la tortilla con más huevo.
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