

Dentro de la programación de la XIV Feria del Libro (del 19 al 23 de abril), una de las actividades más participativas y esperadas era la recreación de 'Guareña en tiempos del Miajón', celebrada ayer sábado por la tarde, desde las cinco hasta las ocho.
Unos 80 vecinos, aproximadamente, ambientaron la Guareña en tiempos del Miajón en la segunda década del siglo XX cuando se gestara El miajón de los castúos, de Luis Chamizo (1921). Se crearon escenas de grupos de personas vestidas de lavanderas, segadores, bordadoras, una ceremonia de boda, escuela de primaria, costureras, sufragistas, lorquianas y otros oficios de entonces.
Las escenas se representaron entre las calles Cuatro Esquinas, Plaza de España y Grande. Por estas vías se movían los personajes hablando, haciendo sus labores y faenas, y posando para fotografías en familia que recuerden el momento.
Antes de las cinco de la tarde las distintas escenas comenzaron a montarse en las vías referidas. El momento culmen lo marcó la ceremonia de boda con todo su cortejo de protagonistas e invitados, personal de cultura y gente de la escuela municipal de teatro. Encabezaba la comitiva la novia y el padre de ésta junto a los sones de un acordeonista que ponía ambiente al momento ceremonial, seguidos del novio y la madre de éste, y el resto de invitados. El cortejo de boda paseó ante los curiosos que no quisieron perderse la escena.
Otra escena participativa de personajes, fue la de unos segadores, niños y adultos, con un fondo ilustrado de reciente siega que prestó la atención de curiosos del grupo 'Guareña se mueve'.
La escuela primaria con sus mesas de madera, cuando el tiempo marcaba el uso del tintero, y la pizarra como centro visual de enseñanza por el profesor y de aprendizaje por los alumnos.
Una casa típica se vistió con muebles, ropajes y demás enseres de la época. No faltó la cocina, la cantaera, la habitación, ropas y medias de seda, etc. A la entrada de la vivienda estaban las bordadoras y costureras haciendo sus faenas de puntadas, sin faltar el cosido en la Singer de la abuela con el pedaleo característico que desplegaban las máquinas de coser. Un grupo nutrido de la asociación de mujeres La Nacencia.
De vez en cuando se veía pasear al esquilador de turno, ataviado con su tijera para la esquila de lana, acompañado del poeta Luis Chamizo quien declamó en algunos puntos de la recreación parte de su poemario que llevaba consigo El miajón de los castúos.
Alumnas de la escuela municipal de teatro, de los grupos 'Sueños de mayores', 'Adelante' y 'Carmesí', representaron escenas de las lavanderas lavando sus ropas en la fuente, las lorquianas, y las sufragistas reclamando sus derechos y seguidoras de Clara Campoamor en la lucha tenaz por el voto femenino.
Hubo partidarios que la recreación hubiera resultado mejor por la mañana, que no por la tarde, aun así, resultó brillante el ambiente creado por asociaciones y colectivos colaboradores.
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