Cuando Villanovense ganó al Guareña en 'La Cruz' y le regaló el trofeo

«Fútbol en Guareña. En el campo de La Cruz se ha celebrado un partido de fútbol entre los equipos de Villanueva de la Serena y Guareña F.C. de esta localidad, asistiendo las autoridades y un numeroso público deseoso de presenciar dicho encuentro que fue entretenido y se vio buen fútbol por ambas partes«, así describía el cronista urbano de la época aquel partido jugado en el campo de fútbol 'La Cruz'. No era otro que el campo de La Cruz de los Garfios. La noticia está fechada un miércoles 22 de mayo de 1935, pero pudo celebrarse el partido anteriormente, durante uno de los días de feria del 9 al 12.

Noticia esta que recoge el portal de Facebook 'Guareña, nuestro pueblo', que dirige el vecino Tomás Cortés. Y se cuenta en el recorte de prensa que el partido se jugó a las cinco de la tarde, «a las órdenes del señor Pérez« y que hizo el saque de honor »la señorita Josefina García«.

Cuando el cronista redactaba esta noticia, se estaba cociendo en España algo peligroso, pues el 17 de mayo la IIª República nombraba al general Francisco Franco, jefe del Estado Mayor, y al año siguiente traicionaría su mando porque lideraría el golpe de Estado que dio inicio a la contienda civil española.

Nadie en una feria estaba para preocuparse de lo que vendría catorce meses después. Aquellos jóvenes jugadores de fútbol tenían por vestuario la casa que fue de Pedro Sánchez y Carmen Ballesteros, en calle Medellín. Una vez uniformados, los veinteañeros salían corriendo por la citada vía en dirección a las afueras del pueblo donde estaba situado el campo de fútbol 'La Cruz', no sin antes cruzar El Rollo y el camino de Don Benito, hoy carretera. Y solía sonar la música ambiente en directo de la Banda de Paulino que tuvo actuación antes que comenzara el partido en un día de feria.

El Guareña F.C. vestía camisetas de mangas largas, con rayas verticales, muy posiblemente azules y blancas, cordones al cuello, y medias. La alineación que dio el cronista, la componían: Puerto, Morcillo, Monago, Mancha, Pérez, Bravo, Manolo, Moruno, Sosa, Carrillo, y Molina. Y la fotografía que ilustra esta noticia, aportada por Eulogio Puerto «Yoyo«, fechada en 1934, de izquierda a derecha, son: de pie y arriba en la primera línea, Lomba, Manolo Isidoro, Caracoles, Matías Sosa, y Pedro Molina; de rodillas en la segunda línea, Villanueva, la niña con el trofeo parece ser que es hija del que fuera alcalde Santos, Pérez, Eulogio Puerto, y Ángel Corrales; y abajo sentados, «el Tremendo«, Manuel Puerto, y Morcillo. Estos nombres son facilitados por los hermanos Puerto, Eulogio «Yoyo« y Juan Pedro «Gorri«. Con esta publicación, muy posiblemente, aparezcan aclaraciones sobre algunos de estos jugadores ya nombrados.

Según el cronista, el partido fue muy equilibrado, «nivelado y correcto«, pues los equipos jugaron »con limpieza«. Dicha crónica, y ya en aquel tiempo, contenía en su redacción diferentes anglicismos con los términos »equipiers«, por equipos, »penalty«, por pena máxima, »chut«, por disparo o chutar, y »fútbol«, por balompié.

Comenzó el Guareña atacando y dispuso de su primera ocasión porque «pronto ha de intervenir el portero forastero que lo hace con estilo y seguridad, por lo que es ovacionado«. »También se luce el trío defensivo local, aunque Puerto tiene menos ocasiones que su rival de demostrar que en Guareña también hay portero«, lo que se desprende que dominaban más los guareñenses que los serones.

Prórroga

Termina el partido con empate a cero goles pese a que los locales no aprovecharon marcar en un penalti, previa falta dentro del área sobre Matías Sosa «cuando estaba a dos pasos del portero« Romero. Y se jugó una prórroga de treinta minutos.

A los veintidós minutos, el Villanovense lanza un córner «muy cerrado que Puerto no logró despejar y, Ramos, oportuno, envió con la cabeza la pelota a la red«. El 0-1 hace que el Guareña se vuelque contra su rival y en los minutos finales »la presión local fue grande, haciendo Romero dos bonitas paradas a un fuerte chut cruzado de Medina y cabezazo de Pérez que parecía tanto seguro«. ¿Medina? ¿Quiso el cronista referirse a Pedro Molina que jugaba de extremo izquierdo y fuese errata de impresión?

Destacaron los locales Monago «El Tremendo«, que fue »el mejor de los veintidós«, luego este dato hace que no hubiera sustitutos; Mancha, Matías y Carrillo.

Y como, posiblemente, era feria, «se jugó una hermosa copa de plata« que donó el Ayuntamiento de Guareña, »y la cual los forasteros, tuvieron la gentileza de regalar al club«, gesto que gustaría al respetable se quedara la copa en casa.

Y el cronista acaba su trabajo lanzando la reivindicación de los aficionados que, tras el partido, los jugadores locales habían demostrado, una vez más, «que en Guareña hay condiciones para jugar al fútbol por lo que son merecedores de poseer un campo para dicho deporte, que hasta ahora carecen de él«. Y pasaron los años… Y se cambió de lugar, también a las afueras del pueblo, al sitio de La Noria. Es cuando surgió el campo de fútbol 'Las cañas' que, una a una, se juntaban y se consiguió vallar todo un campo de fútbol peculiar para el pueblo y para la comarca.

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